Curicó registra su cuarto invierno más seco
El académico de la Escuela de Agronomía de la Universidad Católica del Maule, Mauricio Zúñiga, analiza la situación hídrica de la Región y entrega recomendaciones para hacer frente ante el déficit de precipitaciones.
El déficit de precipitaciones ha sido tema de preocupación durante las últimas décadas, más aún cuando se avecina una nueva temporada de producción agrícola. Según explicó el académico de la Escuela de Agronomía de la Universidad Católica del Maule, Mauricio Zúñiga, el enorme déficit de precipitaciones acumuladas durante el periodo enero-julio de 2021 disminuye solo en un pequeño porcentaje con las precipitaciones ocurridas en agosto-septiembre, “sin embargo mantienen a gran parte del territorio nacional con registros muy por debajo a un año normal. Ejemplo de esto, al mes de agosto se mantenía un déficit de 55% en Curicó, registrando el cuarto invierno más seco del que se tenga registro”, mencionó.
“A pesar de que esta temporada, aparece con una mejora relativa en las precipitaciones registradas en la zona central, existe una enorme preocupación en el rubro dado el escenario incierto que se genera, sumado a la baja acumulación de nieve y las probabilidades de presentar una temporada con una alta demanda hídrica. También es necesario considerar el aumento de superficie plantada que aumenta la demanda por el recurso hídrico en el sector agrícola”, comentó.
Ante la disminución de la disponibilidad de agua, los problemas directos asociados a los daños por estrés hídrico y también térmico generan efectos variables dependiendo principalmente del tipo de cultivo o especie cultivada, dado que la sensibilidad ante la falta de agua varía.
“En el caso de los cultivos frutales es posible que se vayan evidenciando algunos problemas que se dan por un efecto acumulado en el tiempo. Esto debido a que la falta de agua genera diversos problemas fisiológicos que afectan por ejemplo la acumulación de reservas para la temporada siguiente”, indicó.
Y agregó que “Hoy en día es fundamental contar con sistema y métodos de riego eficientes, sobre todo en producciones frutícolas donde la inversión es a largo plazo y no se puede arriesgar. Los agricultores hoy en día deben preocuparse de regar de manera eficiente en términos de tiempos y frecuencias de riego. Para lograr esto existen varias herramientas como sensores de humedad, estaciones meteorológicas, métodos de evaluación de estado hídrico de los cultivos entre otros, que permiten hacer un uso racional del recurso hídrico sin afectar los niveles de rendimiento y calidad de los huertos”.