Consejos para llevar a cabo el proceso de enseñanza del inglés en el aula
Colegios de la Región del Maule conocieron sobre la enseñanza del inglés en aulas inclusivas.
Enseñar inglés siempre ha sido un desafío, considerando las limitantes que se dan en un entorno no bilingüe. Sin embargo, los retos son aún mayores, cuando a esto se le suma enseñar inglés a personas con capacidades diferentes.
En este contexto, las regulaciones se han modificado para favorecer la enseñanza del inglés para todas y todos, sin eximiciones. La pregunta es, entonces ¿están los profesores de inglés preparados para asumir este importante desafío? ¿los establecimientos educacionales están dispuestos y preparados para dar este paso?
La Escuela de Pedagogía en Inglés de la Universidad Católica de Maule, a través de la charla “Inglés en proceso inclusión, marco legal y tips para el aula”, a cargo de la profesora Angelina Cáceres, buscó dar respuesta a estas interrogantes, esperando contribuir con los empleadores y establecimientos de la región sobre un proceso tan importante como lo es la inclusión en las aulas, específicamente en el aprendizaje y enseñanza del inglés.
“Queremos aportar a los colegios desde estos ámbitos y experticias que favorecen la enseñanza en el aula, especialmente, en aquellas donde también tenemos alumnos con necesidades educativas especiales, brindando apoyo a los docentes para la incorporación de prácticas que les permitan incluir a sus alumnos con distintas necesidades”, dijo la profesora Lidia Andrea Fuentealba, directora de Pedagogía en Inglés de la UCM.
Desde las potencialidades de cada uno
La profesora Angelina Cáceres Zúñiga, profesora de Inglés de la U. Mayor ha enseñado por más de veinte años a alumnos de prekinder y primaria y, en actualidad forma a futuros profesores de Inglés. Sus áreas de especialización son: gramática, metodología, evaluación y necesidades educativas especiales.
En la charla, la Mg. Cáceres Zúñiga señaló que la inclusión, indudablemente, está relacionada con procesos educativos que deben promoverse desde una edad temprana. “La tarea de promover una escuela inclusiva se debe iniciar desde el prekinder. Los docentes y quienes administran los establecimientos educacionales tienen una labor fundamental para promover esta educación inclusiva, lo que va de la mano del currículum y de las leyes que favorecen la inclusión.
Para la especialista, la mirada del docente debe ir más allá, dejando a un lado el concepto del alumno estándar, enseñando con una visión más individualizada, tomando en cuenta que en su aula hay distintas realidades. “No tendríamos que estar preparando una clase diferente para cada uno de los grupos, sino más bien con procesos de integración”, dijo.
Igualmente, la académica destacó que la equidad se debe tomar como un elemento muy relevante en el proceso de inclusión. “Lo importante es pensar en el concepto equidad, donde nosotros tenemos que proporcionar los soportes adecuados, dependiendo de las necesidades de las personas o estudiantes. Es el concepto clave que nosotros debemos mantener en el interior del establecimiento educacional, unido a la igualdad de condiciones y de justicia social, velando que las necesidades de la comunidad sean satisfechas”, comentó.
Asimismo, enfatizó que es fundamental tomar en cuenta las potencialidades de los alumnos, no sus deficiencias, para beneficiar al alumno y al grupo.
Por otra parte, la académica Prof. Cáceres aportó herramientas y sugerencias para el aprendizaje de los niños con necesidades especiales, como aquellos con espectro autista y, funcionamiento intelectual limítrofe (FIL).
Entre las herramientas que presentó estuvo el semáforo emocional para niños entre 4-10 años, ya que en esta etapa los niños ya identifican las emociones básicas, pero tienen dificultad para regularlas; es decir, dar respuesta proporcional a la situación que han vivido, en un momento de angustia, tristeza, o ira. Esta herramienta puede ayudar a enseñar al alumno a graduar su emoción de una manera divertida y muy visual.
Por otra parte, entregó consejos para generar instancias, no solamente de refuerzo positivo transversalmente para todo el grupo, sino también realizar una retroalimentación inmediata, aun con el poco tiempo que tenga el docente, ir paso a paso y utilizar frases simples y amigables para los alumnos.
Finalmente, la profesora Cáceres invitó a implementar adecuaciones, no solamente tomando en cuenta las del Programa de Integración Escolar (PIE), sino las que se puedan detectar al interior del aula para llevar a cabo adaptaciones pensadas, como por ejemplo, con estudiantes con funcionamiento intelectual limítrofe que pueden ser: actividades funcionales, la enseñanza acciones prácticas útiles para la vida, repetición de conceptos y la promoción de uso de actividades prácticas, en las que se debe considerar distancias cortas de actividades, alternando entre actividad de escritorio y de movimiento.
“El rol del docente ante este desafío, obtener cambios en su formación profesional y/o posterior a este que propicien la profundización de conocimientos respecto de las prácticas inclusivas, preparación del profesional en diferentes contextos y realidades y conocimientos teóricos y prácticas de las NEE que regularmente se encuentren en los establecimientos educacionales. Ojalá siempre estemos conectados con los intereses de los alumnos, promoviendo que los alumnos sean autocríticos”, concluyó.