Comparten receta para evitar el estrés en la educación superior
Hábitos de estudio y no “calentar” la materia a última hora son algunos de los consejos del equipo del Centro de Apoyo al Aprendizaje de la UCM.
Es una enfermedad presente en gran parte de la sociedad, y los estudiantes están propensos a sufrirla, principalmente por no tener hábitos de estudio; y porque la transición entre enseñanza media y universitaria o técnica trae consigo mayores exigencias y responsabilidades. ¿Cómo enfrentar el estrés en la educación superior?
Según el psicólogo del Centro de Apoyo al Aprendizaje (CAP) de la Universidad Católica del Maule (UCM), Felipe Franzani, “El estrés es una reacción fisiológica, es decir del cuerpo, pero que abarca otros aspectos, como el área cognitiva, nuestros pensamientos y el área emocional. Es algo que está presente, tanto en animales como en seres humanos”, dijo.
Sin embargo, para el profesional hay que distinguir lo que es el estrés negativo o eustrés del negativo o distrés. “El estrés es necesario en nosotros, no podríamos vivir sin él, estaríamos paralizados, nada nos movilizaría a la acción. Necesitamos esta fuerza que viene de nosotros, que nos impulsa a hacer lo que tenemos que hacer”, sostuvo.
“El estrés negativo, es un estado generalizado que puede durar muchos días o semanas, es decir, se vuelve crónico y puede desembocar en una enfermedad o en un trastorno, como el burnout o ‘estar quemado’, como se dice, que lo sufren mucho en las profesiones de servicio o de salud. Esto afecta en una variedad de maneras, por ejemplo, en no poder conciliar bien el sueño, en andar con el ánimo alterado o irritable”, explicó Franzani.
Menor rendimiento académico
Pero, ¿cómo afecta el estrés a los estudiantes de educación superior? El psicólogo del CAP UCM indicó que “Algunas de las manifestaciones del estrés son a nivel cognitivo, alterando los pensamientos y también las capacidades cognitivas, como la memoria o la atención. Si un joven está estresado y con los niveles de cortisol por las nubes, le va a costar mucho más memorizar, estudiar y concentrarse en las materias, ya sea en clases o estudiando en la casa y va a estar con la cabeza en otra parte”, afirmó.
Según el profesional, aquello se enfrenta teniendo una actitud preventiva más que reactiva. “Lo que más sirve es organizar bien el tiempo, no estar estudiando la noche anterior, porque tu cerebro va a estar cansado al día siguiente; formarse un hábito de estudio; utilizar técnicas, como por ejemplo hacer resúmenes”, dijo Franzani.
Por último, el psicólogo del CAP UCM agregó que, si todo eso falla y aún así llega el estrés, “Sirve hacer técnicas de relajación, como una respiración profunda, diafragmática, o meditación, visualizaciones guiadas, salir a caminar, mantener una alimentación adecuada y dormir las horas correctas que tu cuerpo necesita”, cerró.
Hábitos de estudio
En esa misma línea, la psicopedagoga del programa Apoyo Psicoeducativo del CAP UCM, Francisca González entregó algunos consejos a la hora de organizarse para el estudio, ya que eso implica, a su juicio, planear y administrar el tiempo, incluyendo las horas de esparcimiento, “para no estresarse y evitar el estudio a última hora”.
Algunas de las recomendaciones son establecer un horario fijo semanal de estudio; jerarquizar las distintas actividades en prioritarias, importantes, rutinarias e intrascendentes; considerar el estudio en grupo o con tutores, “Ya que esta estrategia facilita el aprendizaje colaborativo, se comparten los conocimientos y distintos puntos de vista, enriqueciendo el saber y formando comunidades de aprendizaje”; reservar tiempo para el descanso, “10 minutos por cada hora de estudio, proporcionales a la actividad que se realice”, dijo.
También señaló que es importante establecer un balance apropiado entre sueño, comida y actividades de esparcimiento; “siendo flexible y realista, esto significa que el horario no tiene que ser tan duro o imposible de cumplir. Por eso es muy conveniente que el estudiante haga un horario de estudio diario teniendo en cuenta sus capacidades, y también preparado para los imprevistos; tener el horario siempre a mano y a la vista”, manifestó.
Para Francisca González, otro punto a considerar es el lugar en que se estudia y sus condiciones, el cual “Debe tener buena iluminación y ventilación, y en lo posible sin ninguna distracción, sobre todo la que genera el celular, así que en lo posible debes alejar el celular de ti o desactivar el wifi”, recalcó.