Columna de opinión: ¿Por qué vuelve Los 80? Hipótesis de un regreso
Jorge Molina Jara y Alejandro Espinoza Guzmán, académicos de la Universidad Católica del Maule.
El 12 de octubre de 2008, se estrenó en Chile, la serie Los 80, adaptación local del programa español Cuéntame cómo pasó, la que obtuvo favorables resultados de audiencia, para la estación que hoy pertenece a Luksic. La exitosa producción que alcanzó las siete temporadas, volverá a ser emitida por Canal 13, tal como lo ha venido anunciando la televisora hace algunas semanas.
Al respecto, resulta interesante tratar de comprender la decisión editorial de Canal 13, que sustenta el regreso de “Los Herrera” a las pantallas, lo cual, creemos, va más allá de una simple valoración estética de la producción o búsqueda de rating, en momentos en que la televisión por cable y Netflix han entrado a la canasta básica familiar.
¿Por qué vuelve Los 80?
Desde el primer capítulo, la serie nos presentó a una estereotipada familia, de la esforzada clase trabajadora de los años ochenta, llena de lugares comunes, inundó de nostalgia al televidente (muchos en aquella época niños o jóvenes) que veía cómo iban apareciendo, a lo largo de los capítulos, diversos paisajes, barrios, calles, almacenes, productos, noticias y relatos, que tenían como telón de fondo, procesos sociales, políticos y económicos, que trasladaban a la teleaudiencia a ese periodo.
Para nadie es un misterio que la trama está contextualizada en la década en que la dictadura cívico militar, estaba consolidando e institucionalizando transformaciones estructurales, que le dieron buena parte de la actual fisonomía al país. Esos cambios, impactaron a las familias chilenas, y un somero análisis de “Los Herrera”, nos permite evidenciar variadas prácticas y símbolos culturales de ese periodo.
Juan Herrera, un padre machista, tradicional, quien se incomoda con los temas sociales y que como declaración de principios establece: “Yo no me meto en política”; Ana, su esposa, madre, dueña de casa y mujer sumisa, que dista del empoderamiento de la mujer actual; luego sus tres hijos: Martín, joven aspirante a la Fuerza Aérea, quien luego se transforma en documentalista; Claudia, estudiante de medicina y abiertamente opositora al régimen; y finalmente, Félix, estudiante de enseñanza básica.
Ya sea en su estética artística como política, Los 80, reconstruyen una época que para muchas familias implicó vivir preocupados de cómo enfrentar el día a día, más que comprometerse con transformaciones sociales. Pero, por otro lado, se desliza en la trama, la historia de quienes no salieron ilesos en este tipo de familias: Claudia, por ejemplo, inmersa en la extenuante lucha por derrocar a la dictadura y cambiar el modelo que mostraba sus primeras fisuras, es detenida, torturada y pierde a su pareja a manos de agentes del Estado.
El regreso de Los 80, creemos, se instala estratégicamente, como una señal a los televidentes de volcar la mirada hacia lo íntimo que representa la familia y no a lo público, que implica el modelo y la institucionalidad, dándole un respiro a quienes defienden el Status Quo: el gobierno.
Nos atrevemos a señalar que, se ha pensado como una estrategia de parte de la televisora, contribuir con el regreso a la deseada “normalidad”, estableciendo analogías entre Los Herrera y sus peripecias ochenteras con los Pérez o González de hoy, ya que, después del 18 de octubre, los ciudadanos hemos empezado a cuestionar el abuso, la desigualdad y con ello el modelo de desarrollo y el marco institucional que lo sostiene. Todos consolidados en la década que inspira la serie.
Si el televidente crítico advierte estas decisiones editoriales, es probable que la serie no tenga el éxito que tuvo hace 11 años, pues hoy, con el nivel de indignación con que la ciudadanía se levantó, posiblemente se esperaría que Juan Herrera sí agarraría la olla y saldría a la calle, dejando su miedo ochentero metido en el bolsillo de su pantalón; Ana estaría con las mujeres cantando “el violador eres tú”; Martín, estaría documentando el estallido social; Claudia, seguro estaría atendiendo a los heridos de la “primera línea” y muy en contra del ministro Mañalich; y Félix, siendo parte de la lucha de los estudiantes en el metro.
La familia Herrera, no encaja en el Chile de vísperas del año 2020, pues son estereotipos que van en retirada. Ya no hay nostalgia por aquel pasado sumiso, pues, el chileno quiere labrar un mejor futuro.
Canal 13 nos extiende una invitación a volver a sintonizar con Los 80, con la familia Herrera, según su director de contenidos, “como una forma de estar en sintonía con el estallido social y los tiempos que corren”. ¿Y tú, telespectador, qué piensas? ¿quieres volver a los 80?
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.