Columna de opinión: “Voluntariado: una Universidad con sentido humano y cristiano”
En ocasiones las escuelas rurales por el distanciamiento y difícil acceso quedan ajenas a toda ayuda que podrían desarrollar diversas instituciones públicas y privadas, lo cual impide el crecimiento y progreso sostenible de las personas, impactando significativamente en la percepción de bienestar y felicidad de los niños, padres, apoderados y toda la comunidad educativa.
Al ver esto, el Instituto de Estudios Generales de la Universidad Católica del Maule implementó un programa piloto denominado Acompañamiento Académico en una escuela rural, en dicha ocasión participaron estudiantes de diversas carreras que deseaban ayudar, el cual consistía en ofrecerles a los niños escolares de tercero a séptimo básico una hora de taller semanal de apoyo académico en cuatro asignaturas: matemática, inglés, lenguaje y ciencias naturales.
El diagnóstico de la situación de los estudiantes de enseñanza básica, permitió detectar a un grupo de niños y niñas con síntomas de desmotivación, lo cual se materializaba en la obtención de notas deficientes en varias asignaturas. Los mencionados lamentablemente eran castigados por sus padres, producto del esfuerzo sobre humano desplegado en sus trabajos, impidiéndoles ver televisión y jugar con el celular durante la semana.
Por otro lado, la disposición de académicos, más estudiantes de diversas carreras ligadas con las ingenierías y pedagogías, quienes manifestaban la necesidad de hacer voluntariado, lo cual se gesta y potencia con el espíritu que posee la Universidad Católica del Maule, facilitó la ejecución de dicha iniciativa. Contribuyendo, además, en la formación de un profesional integral que tenga las competencias disciplinarias y, a la vez, competencias éticas y socialmente responsables.
El esfuerzo de esta iniciativa es producto del estímulo de dos profesores, más 15 estudiantes quienes llegaron a la escuela, un día frío de agosto, pero, aquella inclemencia del tiempo, no fue impedimento para sentir el color humano y las vibraciones en el aire de optimismo y fe de que, todo resultaría un éxito. Los estudiantes de las escuelas rurales, frente a la tesis “Imagina que un profesor/a te explica a ti y a uno o dos compañeros más la materia que te cuesta mucho… ¿te ayudará a entender mejor la materia?” “Sí,” así respondieron los niños con voces llenas de energía.
Por otro lado, las razones por las cuales el rendimiento escolar es deficiente, podría obedecer a diversas razones de tipo estructural, ambiental, didáctico, entre otros. La cuestión es que acciones tomadas por ciudadanos y estudiantes comprometidos y socialmente responsables, podrían ser materializadas en prácticas que ayuden a aquellos niños y niñas que ven frustrados sus deseos de obtener mejores calificaciones y, comprender con claridad, lo que se está tratando de enseñar.
No obstante, al ser una experiencia piloto desarrollada sistemáticamente durante cuatro meses, los resultados fueron bastante positivos. El 94% de los escolares que participaron en la actividad logró subir significativamente el promedio, además de la disminución de los niveles de frustración y el aumento de la sensación de felicidad y bienestar. Lo anterior condujo al aumento de la motivación en aprender el contenido de la asignatura que antes resultaban incomprensibles.
Ahora bien, este tipo de programa de Acompañamiento Académico responde a la visión evangelizadora de la iglesia, la cual puede ser replicada por diversas casas de estudios supriores del país, permitiendo contribuir por un lado al desarrollo de competencias trasversales de los futuros profesionales, además de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros niños y niñas de enseñanza básica y media, en donde dos grupos de personas necesitan algo: ayudar y aprender.
Danila Merino Paredes
Instituto de Estudios Generales
Pedro Severino González
Departamento de Economía y Administración
Facultad de Ciencias Sociales y Económicas
Chuan Chih Hsu
Instituto de Estudios Generales