Columna de opinión: Urge un cambio cultural para evitar la vulneración y revictimización de la infancia
Carolina Daneck, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica del Maule.
Causa indignación el conocer las condiciones en las que viven miles de niños que, ya vulnerados por sus propios cuidadores, continúan siendo vulnerados por el Estado. Lamentablemente para quienes trabajamos en contacto con la infancia nos resultan impactantes los resultados que tanto sorprenden hoy a la audiencia.
En un país donde el Estado pretende “proteger” desde el desarraigo de la familia de origen, el aislamiento de los cuidadores principales, la prisionización de la infancia, la psiquiatrización de niños, niñas y adolescentes, funcionando siempre desde un modelo de deficiencia; los resultados no deberían impactarnos, muy por el contrario, son solo consecuencia de la labor que se realiza con los recursos que se designan y con la cultura con la que se trabaja.
Nos escandalizamos hoy de la negligencia del cuidado infantil por parte de las instituciones estatales involucradas en el cuidado de nuestros niños, niñas y adolescentes sin ser concientes de la negligencia hacia nuestra infancia desde los diferentes espacios que ocupan.
El estudio nos habla de la situación de vida que nuestra infancia vive en centros de “protección”, pero olvidamos la calidad del acceso de nuestros niños en el espacio escolar, en el espacio de salud, en espacios de recreación, escenarios donde la totalidad de nuestra infancia es vulnerada día a día.
La totalidad de nuestros niños se encuentran insertos en un espacio escolar que día a día pretende uniformar su conducta, pensamiento y género, que trabaja “coordinadamente” con otras instancias para psiquiatrizar o judicializar a aquellos que no logran uniformarse.
De esta manera, se restan espacios de esparcimiento y de desarrollo social y cultural. La infancia vulnerada será revictimizada una y otra vez permanezca o no en sistemas de cuidado estatal, toda vez que se generen nuevos espacios por y para esta población, pero sin la consideración de esta.
El estudio se encuentra incompleto, existen múltiples vulneraciones a la infancia que van desde el modelo de atención, pasando por la contratación profesional y realizando un extenso recorrido por estrategias de intervención obsoletas y perjudiciales en las que la habilitación de la competencia parental no existe incluso cuando es posible, en un sistema que vulnera a nuestra infancia, pero también a quien cuida de ella.
Con el fin de poder tomar medidas que puedan subsanar el daño causado (si es que esto fuera posible) se requiere una intervención urgente y eficaz que considere todos los elementos intervinientes en el cuidado de los niños, solo de esta forma podrá ser abordada la problemática en su totalidad.
No se trata solo de recursos económicos ni de profesionales competentes o centros y estrategias modernizadas; implica un cambio cultural que debe iniciar su gestación con urgencia, que demanda cambios a nivel de pensar en nuestra infancia y sus necesidades, orientadas a concebir la propia existencia en relación con otros, a dar importancia a los proceso de socialización, de vida en comunidad y no al logro de aprendizajes momentáneos que decaen en el tiempo y que nos permiten cometer los mismos errores una y otra vez, en diferentes espacios, en distintas áreas, pero siempre con la misma infancia.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.