Columna de opinión: Más allá del delantal: El camino a la vocación docente

Constanza Lizana García, estudiante de quinto año de Pedagogía en Educación General Básica
La ceremonia de investidura es mucho más que un rito. Para los estudiantes, es el primer paso tangible hacia su futuro profesional, un momento en el que sus habilidades y vocación por enseñar se ven respaldadas por la identidad de la Universidad Católica del Maule. El delantal no es solo una prenda, sino un símbolo de un compromiso significativo.
Para quienes estamos en quinto año, esta ceremonia nos invita a mirar hacia el pasado y reconocer que hemos desarrollado las competencias necesarias para enfrentar los desafíos de nuestra práctica profesional. Es un reflejo del largo camino recorrido.
Obtener un título universitario es un viaje que no se puede hacer solo. Las personas que nos acompañan en estos hitos, como padres, madres, hijos o amigos, son quienes han estado presentes en los momentos más importantes de nuestra vida. Gracias a su apoyo incondicional, podemos lucir con orgullo el delantal que identifica nuestra carrera. Su presencia en la ceremonia valida no solo nuestro esfuerzo, sino también el de ellos.
Para las futuras generaciones que decidan asumir el desafío de la pedagogía, quiero compartirles el consejo que mis padres me han dado y que ha sido una guía en mi camino: “Ustedes están forjando su futuro, deben tomar las decisiones que consideren correctas, pero eso no significa que están solos. Cuando tengan éxito, sean humildes y en aquellas ocasiones que tropiecen, aprendan, porque así podrán llegar al éxito”.
Este es un recordatorio de que la humildad en el triunfo y el aprendizaje en el fracaso son pilares fundamentales para un desarrollo profesional y personal pleno. En el camino de la educación, cada paso, cada apoyo y cada lección aprendida nos acercan a ser los profesionales que la sociedad necesita.