Columna de opinión: La cultura organizacional en el sector público y los cambios de gobierno - Universidad Católica del Maule
Trigger

Columna de opinión: La cultura organizacional en el sector público y los cambios de gobierno

Columna de opinión: La cultura organizacional en el sector público y los cambios de gobierno
9 Abr 2018

Andrés Madrid, director de la Escuela de Administración Pública de la Universidad Católica del Maule.
Cuando hay cambios de gobierno, en los pasillos de los servicios y ministerios ronda la voz entre los/as funcionarios/as de quien podría ser despedido/a y la inestabilidad laboral (en los casos de funcionarios a contrata y honorarios) se instala. Lo anterior con o sin razón, ya que si bien han existido despidos injustificados, en muchos otros cambios de gobierno no han existido desvinculaciones.

La instalación es un proceso delicado para la Cultura Organizacional, claramente para la Concertación y Nueva Mayoría esto ha sido más fácil producto de los años que han pasado a la cabeza del gobierno, no obstante, para Chile Vamos esto ha sido complejo, lo fue en el primer gobierno de Sebastián Piñera y hoy que se encuentran en esta etapa. La pregunta que nos hacemos es ¿Cuál es la mejor forma de asumir el poder sin dañar la estructura y los procesos que existen en la Administración Pública y que son conformados por personas?

Por una parte, es necesario aclarar que los funcionarios públicos identifican quienes son los operadores políticos (quienes entran y salen según el gobierno de turno) y también entienden cuáles cargos son de confianza, por lo cual cuando estos cambios son realizados en el inicio de un periodo, el efecto en los funcionarios respecto a la estabilidad es nulo, pudiendo provocar en algunos casos un efecto de confirmación en los funcionarios técnicos y en la sensación de tranquilidad y continuidad en sus cargos. Al mismo tiempo, es importante que cada uno de los gobiernos reconozca en los equipos de trabajo la calidad técnica y no olvidar que los funcionarios que hoy son parte del aparato estatal han ingresado durante administraciones con distinto sello ideológico.

Lo anterior hace que el análisis de las nuevas autoridades se vuelva obvio y logren identificar en primera instancia los funcionarios de confianza y operadores políticos, para luego en un proceso iterativo logren depositar las confianzas en los equipos técnicos buscando mejorar la gestión y transformar los desafíos del Programa de Gobierno en propios de toda la Administración Pública.

Desde el punto vista normativo, la Contraloría General de la República (CGR) ha dictaminado que no se realicen despidos injustificados y en la mayoría de los casos ha fallado a favor de los/as funcionarios/as. Por su parte los Tribunales de Justicia han fallado en todo los casos a favor de los funcionarios/as, el efecto normativo no solo tiene el efecto propio de la regulación, sino también un efecto de perjuicio en recursos importante para el Fisco (pagos de remuneraciones correspondientes a los meses que el funcionario/a estuvo desvinculado/a, multas y todos los gastos asociados a resolver el asunto en cuestión), pero lo más importante generando climas laborales contaminados, donde la gestión se vuelve difícil, funcionarios/as poco motivados/as y comprometidos/as.

Esto nos hace pensar cuán quirúrgica debe ser la instalación de un nuevo gobierno, buscando mejorar de manera importante la gestión de los nuevos y antiguos directivos, con el propósito de obtener mejores performance (rendimientos) tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. Nos queda claro que una buena gestión de personas en todo el aparato público debe tener altura de mira, con un alto componente técnico, mismo que será fundamental para la gestión y la obtención de logros del gobierno por los próximos cuatro años.

 

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

EnglishFrançaisDeutschहिन्दीPortuguêsEspañol