Columna de opinión: “Estallido social en Chile: las causas de un problema sistémico”
Enrique Muñoz Reyes, Dr. en Didáctica de Historia, Geog. y Cs. Sociales y académico Facultad de Ciencias de la Educación UCM.
El sábado 19 de octubre, se desencadenó un estallido social en todo Chile. Las causas van mucho más allá del alza del precio del pasaje en metro y del aumento de la tarifa del servicio de luz eléctrica. Existe una crisis estructural de larga duración. Los gobiernos que han dirigido el Estado en Chile en las últimas décadas, no han resuelto problemas que afectan a la mayoría de la población, los que tienen su génesis desde antes del retorno a la democracia.
¿Cuáles son los problemas de larga duración que afectan a la población y que no han sido resueltos?
En Chile existe una desigual distribución del ingreso entre los chilenos y las chilenas, y entre los diversos sectores sociales. El sistema de A.F.P. no entrega una pensión que permita vivir con dignidad a los jubilados. El dinero no les alcanza para satisfacer adecuadamente sus necesidades básicas. Sumado a esto, el sistema público de salud no logra cubrir la cada vez más alta demanda de atención médica.
Por otro lado, los chilenos y chilenas han sufrido con impotencia la colusión en los precios de los medicamentos por parte de las grandes cadenas de farmacias. Además, las empresas productoras y vendedoras de papel higiénico se coludieron en el precio de este producto de uso básico.
Instituciones del Estado como Carabineros de Chile y el Ejército, se han visto envueltas en actos de corrupción por parte del alto mando, lo que está siendo juzgado por los tribunales.
Los ciudadanos perciben que gran parte de la clase política está desvinculada de sus problemas y necesidades cotidianas. Junto a esto, existe una crisis de participación electoral, por tanto, una falta de representatividad de las autoridades electas.
Existen problemas medio-ambientales tan relevantes como, por ejemplo, la sequía y el calentamiento global, en conjunto con la privatización de recursos naturales, como es el caso del litio.
¿Cómo resolvemos los problemas que nos afectan como sociedad?
El primer paso es el diálogo social y político. La clase política debe escuchar, acoger y resolver en forma responsable, sistemática, oportuna y efectiva las necesidades de los chilenos y chilenas. En primer lugar, se deben mejorar las pensiones. En esto el Estado debe asumir un rol reparador. En segundo lugar, mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores. Los legisladores, los empresarios, las organizaciones gremiales y la CUT deben acordar un nuevo trato laboral. Al mismo tiempo se debe acordar y legislar una agenda medio-ambiental efectiva.
La clase política debe trabajar al servicio de la población en la búsqueda del bien común. Debe rebajarse la dieta de los parlamentarios y limitarse a un máximo de dos periodos la elección de las autoridades comunales, regionales, parlamentarias y presidencial. Es necesario separar la política de los negocios.
En síntesis, se requiere establecer un nuevo pacto social entre gobernantes y gobernados, una nueva constitución que responda a los cambios y desafíos sociales, culturales, económicos y tecnológicos que existen en el siglo XXI, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de todos los chilenos. Chile con su maravillosa riqueza humana, cultural y natural, merece un futuro mejor.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.