Carol Rodway, académica de la Escuela de Enfermería Universidad Católica del Maule

Cerca del 16 por ciento de la población chilena tiene más de 60 años y la cifra irá en aumento, una realidad que obliga a los profesionales de la salud a prepararse ante este nuevo escenario, donde se debe entregar a los adultos mayores, herramientas para que mejoren su funcionalidad, autonomía y calidad de vida.

Este 1° de octubre es el Día Internacional de las Personas de Edad, fecha especial y significativa en la que queremos destacar la desafiante realidad en la que nos encontramos: vivir más años en un mundo que no está preparado para enfrentarlo, más aún cuando se presentan estereotipos frente a las personas mayores o edadismo.

El aumento de la esperanza de vida y la disminución de la natalidad tiene un impacto significativo en la población nacional e internacional. Lo cual se ve reflejado en los resultados de las encuestas de caracterización socioeconómica nacional (Casen) del año 2017, en donde se señala que, el 16.2 por ciento de la población, corresponde a personas mayores, lo cual refleja el acelerado proceso de envejecimiento que enfrenta nuestra sociedad.

Sin embargo, hoy celebramos, porque a pesar de que el camino no ha sido fácil, las personas mayores nos dan una lección de vida. Según la encuesta Calidad de Vida en la Vejez (2017), las personas mayores manifiestan estar muy satisfechos/satisfechos con su vida durante los últimos 6 meses, en un 72 por ciento, sin embargo, según la misma encuesta, una de sus mayores preocupaciones, es tener que depender de otras personas, así lo manifestó el 63 por ciento de los encuestados. Es por esto que como profesionales debemos estar preparados para este nuevo escenario y poder entregarles herramientas para mejorar su funcionalidad y por ende autonomía y calidad de vida.

Debemos mirar estos cambios de manera positiva, en especial la importante contribución de las personas mayores a la sociedad y ser conscientes sobre los problemas y retos que plantea el envejecimiento en el mundo actual, disminuyendo o eliminando los mitos asociados al a este y fortaleciendo el envejecimiento positivo, desde un enfoque de derechos, construyendo nuestra sociedad de manera inclusiva y segura para las personas mayores.

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.