Columna de opinión: Automatización y Transformación de Empleos
Sergio Hernández Álvarez, Doctor en Ciencias de la Computación y director del Centro de Innovación en Ingeniería Aplicada de la Universidad Católica del Maule.
Es un hecho conocido que el desarrollo de sistemas automatizados tiene un impacto en el campo laboral. Sin embargo, se espera que los nuevos desarrollos en aprendizaje automático e inteligencia artificial traigan nuevos desafíos para los cuales debiésemos estar preparados. Si bien aún no es posible saber a ciencia cierta cómo estas nuevas tecnologías digitales van a impactar, es posible proyectar el riesgo de automatización del mercado laboral.
Un estudio publicado por la Universidad de Oxford muestra que, en los países pertenecientes a la OCDE, un 14% de los empleos son altamente automatizables. Sin embargo, existe una alta variabilidad en estas estimaciones debido a las diferencias propias de las distintas economías. Este mismo estudio muestra que los países como Eslovaquia y Chile los empleos que podría ser reemplazados ascienden al 30%, mientras que en países como Noruega esta cifra asciende solo al 6%. Un estudio reciente del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (CLAPES) de la Universidad Católica de Chile, actualiza estos resultados para el caso chileno. En este estudio se utiliza la encuesta CASEN y muestra que solo el 17% de los empleos chilenos presenta un riesgo alto de ser automatizado.
Las industrias de mayor riesgo de automatización son aquellas relacionadas con el transporte, almacenamiento y comunicaciones, explotación de minas y canteras e intermediación financiera. Por otra parte, el riesgo de automatización es inversamente proporcional al nivel de calificación de los trabajadores (un trabajador con mayor calificación se relaciona con menor probabilidad de ser reemplazado).
Si bien, es posible relacionar los trabajos basados en tareas rutinarias con el riesgo de ser reemplazado por un sistema automático. Sin embargo, aún existen brechas tecnológicas que dificultan la incorporación de nuevas tecnologías al campo laboral. Estas brechas están relacionadas con las capacidades emotivas, creativas y sociales que debe tener un trabajador para realizar una tarea y que, según los estudios internacionales, aún los sistemas no pueden equiparar. Por lo tanto, podemos esperar que el desarrollo de habilidades científicas, tecnológicas y creativas basadas en metodologías tales como STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas) debiesen ser fundamentales para lograr una mejorar adaptabilidad frente a los desafíos presentes y futuros. Estas habilidades debiesen ser transversales para las distintas disciplinas y comunes para las diferentes tareas del ámbito laboral. Por lo tanto, la capacidad de aprender de manera continua debiese ser la principal herramienta para mantenernos en un entorno que cada cambia día a día.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.