Dr. Marcelo E. Castillo Retamal, académico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule.

Mucho se ha hablado y escrito de cómo enfrentar la crisis social en nuestro país. Hoy se agrega una variable que sobrepasa nuestras fronteras y nos llena de incertidumbre, angustia y temor. Hacía una década que como sociedad completa no nos veíamos enfrentados a una pandemia con esta letalidad y cobertura. Hoy nos vemos enfrentados a convivir con ella.

No tenemos mucha idea de cómo enfrentarla. Inicialmente la incredulidad, “a mí no me toca”, luego la desesperación, “y ahora qué hago” y finalmente la incertidumbre “hasta cuando resistiremos”. Nos toca aprender, adecuar, prepararnos y esperar. En ese camino hay diferentes formas de actuar, pero la principal que hoy recomienda la autoridad sanitaria, pero principalmente el sentido común, es la prevención y el autocuidado.

Las crisis siempre nos dan la oportunidad de crear y re-crearnos, retornar a lo fundamental y atender aquello que es esencial. Por tanto, el autocuidado emerge como una potente herramienta de prevención que permita mantener nuestros niveles de protección. El adquirir, mantener o mejorar nuestro estilo de vida es fundamental y la meta es llevarlo a un estado saludable. Para ello es requerido que tengamos una nutrición balanceada, suficiente actividad física y un descanso suficiente.

El estar en espacios confinados, tiene opciones enriquecedoras, permite el reencuentro, estimula la creatividad y obliga la mesura. Entonces, ¿qué hacer en estos días en que por prevención debemos estar en casa? Distintas agrupaciones relacionadas con la salud proponen adoptar una mentalidad positiva, mantener o recuperar el control, establecer rutinas. Desde nuestra perspectiva, la actividad física aporta a todo aquello con creces. Bien sabidos son los beneficios que esta, la actividad física, proporciona a nuestra salud física y mental.

Manteniendo las consideraciones pertinentes, ejercitarse en casa parece ser una buena opción para que esta no se transforme en una jaula por estos días. Actividades de estiramientos, rutinas con el propio peso corporal o elementos y materiales domésticos, pasan a ser el mejor gimnasio. La OMS recomienda mantenernos activos al menos 60 minutos al día para niños y 150 minutos a la semana para adultos, por tanto, apelando a todo nuestro historial de vida, recordar aquellos juegos tradicionales y ponerlos en práctica nos puede ayudar.

La tecnología ha sido considerada como un factor negativo y causante de altas tasas de sedentarismo y su consiguiente riesgo para nuestra salud. Sin embargo, hoy puede ser parte de la solución. Redes sociales, canales de Youtube, videos en la red, aplicaciones de celulares, videoconsolas, nos dan la opción de transformar este tiempo de cuidado en un momento de autocuidado y generar hábitos saludables.

En cualquiera de los casos, el objetivo es mantener un nivel adecuado de las cualidades físicas relacionadas con la salud, particularmente la resistencia cardiovascular, la fuerza de resistencia y la flexibilidad. Si se anima, el equilibrio es otra cualidad relevante, sobre todo si somos algo más mayores. Animarse a bailar en familia, jugar con nuestros hijos, atender las tareas domésticas, son actividades que ayudan. Si es necesario incrementar la intensidad, las rutinas de ejercicios como los ejercicios de fuerza (con pesas, gomas, etc.), circuitos y/o saltar la cuerda son recomendados. Si tiene acceso, las bicicletas estáticas, rodillos, cintas rodantes o caminadoras, elípticas o aparatos similares son aconsejados. Si tiene espacio disponible, caminar o correr en el domicilio es una buena alternativa. No olvide las escaleras, fuente inagotable de oportunidades de ejercitarse. Si lo suyo es menos intenso, los estiramientos y el yoga, son buenas opciones.

No olvidar, seguir las recomendaciones de los expertos en salud, ya que, en estas circunstancias extraordinarias, sin precedentes en nuestra historia reciente, el objetivo es proteger la salud y seguridad de los ciudadanos, evitando la propagación del virus. Por tanto, no utilice zonas deportivas públicas o privadas, interiores y exteriores, excepto su domicilio, y mantenga una actitud positiva, ya que esto refuerza su sistema inmunológico.

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.