Columna: "La Inmaculada Concepción a puertas de la Navidad" - Universidad Católica del Maule
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Columna: “La Inmaculada Concepción a puertas de la Navidad”

Columna: “La Inmaculada Concepción a puertas de la Navidad”
20 Dic 2024

Maritza Cabrera, Sergio Rosales, Verónica Cofre, Claudia Pulgar, Neda Ramírez, Mónica Inestroza, Georgina Vega.

El dogma de la Inmaculada Concepción de María, fue proclamado el 8 de diciembre de 1854 por el Papa Pio IX, el cual afirma que la Santísima Virgen fue preservada inmune de toda mancha del pecado original, siendo revelado por Dios y creído por todo católico de fe, a través de los siglos.

Su fundamento quedo plasmado en las Sagradas Escrituras de la Santa Biblia, desde el Antiguo al Nuevo Testamento.

Génesis 3,15 (Antiguo Testamento): A puertas de la Navidad, este es el versículo más crucial y definitivo, del papel del María, en el Plan de Salvación…. Es decir, el Primer buen anuncio de Salvación de la humanidad: “pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya: ella te herirá la cabeza cuando tu hieras su talón”. A los ojos de la Fe Católica, es una revelación de la Victoria del Linaje de María sobre el pecado original, y una evidencia clara de que Dios predestino a través de María, la Victoria de Cristo, sobre el género humano. La enemistad cruda y constante entre el dragón (demonio) y María, es la antesala de la buena noticia, de la Victoria Definitiva de uno de los descendientes del linaje de la Mujer que es Cristo mismo, sobre el mal. Nosotros en consecuencia por la gracia de Dios, pasamos a ser la descendencia, porque fuimos llamados Hijos Adoptivos. Por esta razón estamos invitados o tal vez obligados a vencer también al mal en nuestro mundo actual.

Lucas 1, 26-38 (Nuevo Testamento): Encontramos la evidencia del porque María, la mujer elegida, fuese Inmaculada. Dios la eligió gratuitamente a ella, desde toda la eternidad para que fuese la Madre de su Hijo, y desde su Concepción fue preservada del pecado original. María fue redimida preventivamente y eso exigía ante los ojos de Dios una pureza total y una santidad extraordinaria. Llena de Gracia y toda Santa, María da libremente su consentimiento y se ofrece totalmente a la obra Divina, por lo que su Hijo (Jesús) fue abrazando también en su condición humana, la Obra de Dios.

“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombre, por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios”.

María está llena de Dios. En Plenitud con Dios. Ella confía plenamente en el Plan de Divino, sin dudar, en completo abandono, con Paz absoluta, con total Confianza.

En Apocalipsis 12,17: … “enfurecido el dragón con la mujer, se alejó a pelear con el resto de su descendencia, los que cumplen los preceptos de Dios y conservan el testimonio de Jesús”. El mensaje fundamental, en esta lectura llena de simbolismos es que el dragón (demonio), despechado contra la Mujer (María) se fue a pelear con su descendencia (que somos los Hijos Adoptivos) los que guardamos el testimonio de Jesús y los mandamientos de Dios.

En tiempos de Navidad, estamos desde la Fe, en espera del Mesías, en el advenimiento del Niño Jesús. María, como Madre Inmaculada, fue la primera en vivir en carne propia y en creer fehacientemente en el Advenimiento de Jesús, por eso dio su Si Generoso, bajo la gracia de Dios, para que todo el género humano fuese salvo. Es tiempo de llenarnos de la Gracia de Dios, y celebrar gozosamente la Navidad de Nuestro Señor, haciendo el camino de María, nuestra Madre, quien con amor y por amor nos acompaña en nuestro peregrinar. Sigamos su ejemplo: con Oración constante, con confianza plena en el Plan de Dios. Con mucha esperanza y alegría en nuestras vidas.

Feliz Navidad

 

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

 

 

 

 

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