Columna: “DE LA CIENCIA Y EL CONOCIMIENTO”

Prof. Dr. Jaime Vásquez Gómez, investigador del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Maule (CIEAM), Docente del Doctorado en Salud Ecosistémica y del Doctorado en Ciencias de la Actividad Física de la Universidad Católica del Maule.
Optaré arbitrariamente por el conocimiento y por la ciencia, lamento que se hayan echo mejores expectativas ¿Quién fue primero, el uno o el otro? Lo dejo al juicio del lector.
Para referirse al conocimiento la tentativa clásica es la definición conceptual, pero también, idealmente, debe hacerse transferible al terreno ocupacional e investigativo. Solo desde el entendimiento, el conocimiento se concibe como la representación de un fenómeno, en términos más accesibles, como la representación de un “algo” que nace desde nuestras percepciones mediadas por los sentidos, y, así, estas percepciones las encaminamos hacia conceptos. Es decir, si una percepción orgánica de incomodidad nos hace contraernos casi en posición fetal para después buscar ropa de abrigo, se puede conceptualizar como el sentir frío. Esta percepción que hemos conceptualizado la podríamos direccionar hacía un principio, a modo de silogismo, en que primero se percibe, luego se caracteriza en un concepto, y, finalmente, se realiza una acción.
Entonces, el conocimiento lo expresamos por medio de una representación (conceptual en la mayoría de los casos). Dicha representación es solo una parte de ese fenómeno o de ese algo, esto es, que la entendemos con ciertos límites dentro de ese cuadro de entendimiento, lo que puede ampliarse obviamente con el paso del tiempo, pero, se cree que “siempre” será finito ¿Usted conoce Talca? Su percepción (visiones, aroma, memorias, etc.) lo llevaría a conceptualizarla en una ciudad con un adjetivo de “bonita”, “aburrida”, “grande” etc., entendiendo que su conocimiento sobre Talca tiene límites, pero usted entiende también que Talca es infinita, es decir, que va más allá de esos límites de su conocimiento, y que aún usted no los puede representar a sí mismo a cabalidad. Esto es lo que nos invita a ampliar los límites del conocimiento, ya sea coloquial y/o científico.
Por último, se requiere aclarar brevemente por qué se utiliza el concepto de entendimiento para referirse al conocimiento. El entendimiento se establece antes que el conocimiento, en una etapa previa, el cual puede estructurarse según las intuiciones y las deducciones. Ya el conocimiento requiere de observaciones empíricas, claras y evidentes, complementado y contrastado, necesariamente, con otras categorías de referencia.
Por su parte, es de conocimiento y de escrutinio público que la ciencia debe tener un objeto de estudio. Por ejemplo, el método del pensamiento, cómo aprenden los seres humanos, sería el objeto de estudio de la pedagogía, y su curso de acción serían las didácticas aplicadas.
Las 3 grandes o únicas ciencias serían la medicina, la mecánica, y la dialéctica. Dentro de la medicina podemos encontrar la nutrición, química y farmacia, kinesiología, enfermería, y otras, de las cuales ya sabrán su objeto de estudio los profesionales y académicos afines. En la mecánica están incluidas las ingenierías, la arquitectura, la agronomía, la física, la astronomía, etc., y en la dialéctica van inmersas las pedagogías, trabajo social, derecho, sociología, por ejemplo. Se considera relevante esta suerte de taxonomía para entender en qué rama de las ciencias está la formación profesional de cada uno, en desarrollo o ya concluida, aunque en constante perfeccionamiento.
Ahora bien, sin ánimo de hacer una lista de supermercado respecto a las ciencias y sus derivadas, dichas 3 ciencias, que apadrinan a varias carreras profesionales, son homólogas a las ramas de un árbol. De estas ramas brotan varios ramilletes con hojas las que vienen a ser las disciplinas, así, por ejemplo, la rama de la dialéctica contiene a las pedagogías, y una disciplina de estas sería la pedagogía en educación física. Por tanto, se podría ir realizando el árbol genealógico de las ciencias y sus disciplinas, es cosa de jugar un poco. Finalmente, usted puede advertir que falta aún algo más en la estructura del árbol que estamos estructurando, a saber, el tronco es la filosofía y las raíces están expresadas en la metafísica.
Conocimiento y ciencia, ciencia y/o conocimiento, conocimiento más ciencia, etc., cada uno de nosotros le da el sentido.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.