Columna de opinión de la Dra. Sandra Castro Berna, académica de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule (UCM).

Es común en los paseos al aire libre, en las salidas y en el contacto con la naturaleza, ver que los niños y niñas aman llenar los bolsillos de “cositas” que siempre les sirven y difícilmente se botan, algo que muchas pueden ser un dolor de cabeza para las madres y padres que ven en ello un posible nuevo desorden en las casas.

Sin embargo, a esas llamadas “cositas” les podemos dar utilidad, montando colecciones, aprovechando que se interesan por proyectos y apoyar el desarrollo de habilidades.

Es muy importante que animemos a los niños y niñas a recolectar lo que les guste, por ejemplo: piedrecillas, conchas marinas, hojas, otros elementos de la naturaleza. También pueden ser tapas, llaveros, etiquetas, etc. Buscando que comiencen a sentir el gusto por los objetos, por sus atributos, cualidades y características.

La invitación es a aprovechar las salidas al parque, la playa, jardín, montaña, o dónde sea, para recolectar elemento de interés.

Esto traerá consigo algunos beneficios importantes como hacerlos responsables por sus objetos, cuidar sus pertenencias y valorarlas; durante las salidas los mantendremos en actividad, entretenidos y alerta; se inicia y se ejecuta con sentido un proyecto; se disfruta del contacto con otros y la naturaleza con respeto, ya que se recolecta lo que cumplió su ciclo naturalmente; se potencia la perseverancia y finalmente se organiza, ordena, guarda, y utilizan los elementos cuando lo estime conveniente o necesario.

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.