Una historia que habla de la solidaridad del pintor con sus pares artistas en plena dictadura es la que retrata la película “Cheques Matta”, la que se exhibirá este viernes 31 de agosto a las 19:00 horas en EXT UCM-Curicó, en el marco del ciclo de cine Miradoc que desarrolla EXT UCM y que el público puede disfrutar por un valor de mil pesos.

Cheques Matta son obras de pequeño formato, similar a un cheque americano que el pintor Roberto Matta envió por correo a sus amigos con problemas económicos durante los primeros años de la dictadura militar en Chile. Se desconoce la cantidad de obras, pero esta cinta ahonda en su búsqueda para tratar de descubrir sus historias y quienes lo recibieron.

También el relato va entramando el devenir en mercancía que experimenta el arte bajo el imperio del sistema neoliberal que Chile hereda y consolida luego en democracia.

Director

El realizador de esta cinta, Leo Contreras Barahona (Santiago, 1978), se especializó como director cinematográfico en el Instituto del Cine de Madrid.

Contreras, descubrió la historia de los Cheques Matta cuando trabajaba como asistente de dirección en un documental de Memoria y DDHH sobre la Operación Colombo.

“En casa de una de las entrevistadas encontré unos dibujos colgados que reconocí como obras de Matta. Le pregunté como las había conseguido y a qué serie de dibujos pertenecían. Ella, con mucha emoción me relató la historia de estas piezas. Yo hasta ese momento no tenía conocimiento de ésta, ni de las pequeñas obras que Matta realizó en los años 70”, comentó el director.

Fue el verano del 2014, agregó “Recorriendo el persa Bio Bio, me topé con un conjunto de estos dibujos en un puesto escondido dentro del mercado, por donde siempre paso, ya que su dueño vende pequeñas obras de arte y algunas buenas reproducciones a precios módicos. Cuando los vi, recordé inmediatamente la historia. Le pregunté de dónde las había sacado, él me dijo que los compró en una casa de la Brigada Ramona Parra que estaban desarmando, cerca de Puente Alto. En ese momento, no tenía dinero para comprarlos. Pero le dije que volvería. A la semana siguiente me compré un par y comencé a pensar en el proyecto”, contó Contreras.