Baja la tasa de trabajo informal en el Maule y disminuye aporte del área agrícola al PIB regional
Una alta convocatoria tuvo el seminario sobre trabajo informal en la región, actividad de carácter virtual organizada por el Observatorio Laboral del Maule, y que tuvo como expositor principal al jefe de estudios del INE, Pedro Rojas.
Los datos indican que la tasa de informalidad pasó de 31,8 por ciento en 2019 a 24 por ciento en igual fecha de 2020, dijo Pedro Rojas, agregando que la cifra es más baja en el caso de las mujeres, estrato donde se sitúa en 22 por ciento.
Respecto a las razones de la baja, el jefe de estudios del INE explicó que se debe a la salida de las personas del mercado del trabajo como consecuencia de la pandemia por COVID-19: “Mucha gente se restó del mercado del trabajo y se pasó desde la fuerza laboral a la inactividad; en algunos períodos el éxodo fue por sobre las 100 mil personas, quienes decidieron de manera propia o involuntaria restarse del mercado del trabajo”, puntualizó.
Dado que la informalidad laboral se concentra, en general, en el comercio ambulante, es observable el alejamiento de estas personas del mercado laboral con motivo de las cuarentenas, por lo que hoy se encuentran inactivas, ejemplificó Rojas. Comparada con otras regiones, la del Maule está en la medianía de la tabla en término de trabajo informal.
Economía del Maule
Pedro Rojas se refirió también a algunos datos que caracterizan la región del Maule en el ámbito económico. En particular, destacó que la estructura productiva de la región está dejando de ser principalmente agrícola, para situarse hoy en el área de los servicios personales. Precisó que el sector agrícola representa el 13 por ciento de la actividad económica regional, mientras que los servicios a las personas son hoy el 16 por ciento: “Esto da a entender que esta región que ha sido considerada solo agrícola, no lo es tanto; hay otros sectores que están agregando valor a la actividad regional y lo podemos ver en sectores como los servicios personales, que tienen una alta ponderación en el PIB regional”, precisó.
También participó del seminario Informalidad Laboral en el Maule la académica de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas (FACSE) de la UCM, Haydée Fonseca. En términos económicos y a juicio de la economista, “lo peor de la crisis ya pasó, y aunque hubiera un rebrote, el sistema de salud y el sistema económico están mucho mejor preparados, ya sabemos qué hacer”, dijo Fonseca.
En su perspectiva, algunas cuestiones preocupantes pueden ser el reemplazo del trabajo por capital, y la profundización de la pobreza y la desigualdad, dado que el impacto de la pandemia ha sido sobre los más vulnerables, agregó. En esa línea, dijo que resulta relevante, como desafío, mirar la asociatividad como fomento al cooperativismo, con el fin de mejorar la competitividad de los microempresarios.
Respecto a la informalidad laboral, el investigador del OLM, Claudio Vásquez, comentó que “a pesar de no ser un fenómeno nuevo, pues viene siendo estudiada por cientistas sociales desde la década del ’70, se vuelve siempre relevante de analizar, por cuanto representa lo que entendemos como trabajo precario, vale decir, trabajos sin contrato laboral ni derechos laborales efectivos”, expuso.
El sociólogo del OLM, quien ha estudiado el fenómeno del trabajo informal en el Maule, explicó que, como actividad laboral, la informalidad reviste un problema preocupante cuando constituye el “único ingreso económico familiar durante toda la etapa productiva, volviéndose estructural”, dijo. Algunos ejemplos son los empleos de subsistencia, ejercidos en la vía pública y por cuenta propia. En otros casos, precisó Vásquez, la informalidad es una plataforma de tránsito que se prolonga hasta encontrar un empleo formal.
El seminario, que tuvo más de 100 visualizaciones, contó con los saludos de la seremi del Trabajo, Ana Paola Ponce; la directora de SENCE, Alejandra Harrison y la directora del OLM; Irma Carrasco. Respecto del desarrollo del seminario, la directora comentó: “Para el Observatorio Laboral, que centra su quehacer en el estudio de las brechas, es relevante socializar la realidad de nuestra región sobre la informalidad”. En esa perspectiva, y considerando que un porcentaje significativo de trabajadores informales son mujeres, Irma Carrasco considera importante la especialización como vía para mejorar la empleabilidad, y de allí la relevancia de acercar la demanda laboral y las necesidades de las empresas: “Buscar el tránsito de la informalidad a la formalidad permite pensar en el mejoramiento real de las trayectorias laborales”, concluyó la directora del Observatorio Laboral del Maule.