Entrevista al académico de la Escuela de Derecho Diego Valdés Quinteros, quien fue coautor de un libro que abordó esta temática.

El académico de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica del Maule (UCM), Diego Valdés Quinteros, ha coautorado el capítulo del libro “IA, algoritmización de la justicia penal y sus posibilidades en los juicios monitorios, abreviados y otros en Chile”. Este trabajo, realizado en colaboración con el profesor Dr. Diego Palomo de la Universidad de Talca, forma parte de la obra “Algoritmización de la Justicia Penal, Teoría y Práctica”, coordinada por el Dr. David Vallespín Pérez y publicada por Editorial Juruá en Brasil.

El libro aborda los principales retos y desafíos que plantea la aplicación de la inteligencia artificial (IA) en la justicia penal, un tema de creciente relevancia en la era digital.

Para conocer en detalle cómo la IA puede ser un aporte a la justicia chilena, en entrevista el abogado Diego Valdés Quinteros, dio luces de cómo se puede avanzar en esta materia.

¿Qué papel puede comenzar a jugar la IA en la justicia chilena?
La inteligencia artificial puede contribuir a satisfacer diversas necesidades legales de los participantes en el sistema de justicia, tanto para quienes no tienen formación legal como para los profesionales del derecho. En particular, respecto al trabajo de los tribunales, podemos distinguir entre funciones meramente administrativas o procedimentales y aquellas que podríamos denominar “sustantivas” o decisorias, donde la actividad intelectual del juez es primordial.

En cuanto a las primeras, la automatización y la sustitución del “juez humano” no presentan mayores inconvenientes, ya que aportan gran celeridad en etapas o actuaciones que no requieren una actividad intelectual significativa y que, de hecho, ya se realizan de manera automatizada. No obstante, en el caso de las segundas, la prudencia nos lleva a concluir que la IA debe desempeñar un rol auxiliar o de apoyo, sin llegar a reemplazar completamente al juez.

¿Podrá la IA en un futuro cercano reemplazar la labor de los jueces en materias de justicia penal?
Es importante considerar que una de las finalidades del sistema procesal penal es que el juicio oral sea un procedimiento reservado para los crímenes o delitos de mayor disvalor social, regulando otros procedimientos para hechos de menor gravedad. Por ello, nuestro ordenamiento jurídico contempla procedimientos especiales y breves para enjuiciar ilícitos de menor entidad.

Bajo esta lógica, el sistema procesal penal establece diversos niveles de discusión y contradicción, dependiendo del hecho ilícito a enjuiciar. Esto determina la aplicación de uno u otro procedimiento, con diferentes niveles de participación del juez y grados de complejidad. Solo en los procedimientos más simples y menos graves se puede considerar la utilización de la IA como “juez-robot” y el consecuente reemplazo del juez humano. Sin embargo, es esencial que exista un sistema de recursos en todos los casos, que incluya al menos uno de carácter no devolutivo, y que sea claramente evaluado por un juez humano.

¿Cómo agregar de buena forma esta herramienta en la justicia penal?
Lo esencial se reduce a: derechos fundamentales y equilibrio. Los procedimientos especiales implican una renuncia o disminución de ciertas garantías que nuestro sistema procesal penal ha trabajado arduamente para asegurar. Es imperativo que la mayor rapidez proporcionada por la IA garantice una calidad igual o superior a la de la justicia humana, asegurando la misma posibilidad de ser conocida, confrontada y controlada.

En consonancia con lo anterior, y dado que la IA no puede asegurar la erradicación del error, el establecimiento de un sistema recursivo en todos los casos es esencial, incluyendo al menos un recurso de carácter no devolutivo, y que sea conocido por un juez humano.

¿Qué importancia le ve usted a que se comience a investigar este tema en Chile y el mundo?
El avance de la IA en diversas áreas del sistema judicial es innegable, aunque a menudo imperceptible. Esto nos lleva a cuestionar hasta dónde llegará su aplicación y, más importante aún, hasta dónde debería llegar. Estas reflexiones deben trascender el estudio y debate doctrinal para traducirse en la regulación normativa adecuada por parte del legislador. Es fundamental considerar el impacto actual y futuro de la IA en el ámbito judicial, lo que hace esencial la investigación para proporcionar insumos adecuados al legislador.

Créditos: Dirección de Comunicaciones