Rector UCM, Dr. Claudio Rojas Miño.

Con absoluta confianza en las capacidades humanas y profesionales instaladas en nuestra Universidad para asumir la gran tarea a la cual está llamada a servir al país, declaró sentirse en entrevista el recientemente asumido rector UCM, Dr. Claudio Rojas Miño, quien aprovechó la oportunidad para comentar diversos aspectos tras su profesión de fe y juramento liderando el plantel en el presente periodo. El respeto por las personas, el diálogo, el equilibrio y la búsqueda de acuerdos con la participación de toda la comunidad universitaria, espera, sean algunas de las improntas que se logren identificar sobre su estilo y gestión.

¿Tenía en mente en algún momento volver a servir a la iglesia desde esta posición, y cómo tomó su nuevo nombramiento en la Rectoría de la UCM?

Realmente no me lo había planteado, no estaba en mi imaginario de desarrollo por decirlo de alguna forma. Efectivamente, cuando el proceso se fue dando lo tuve que masticar varias veces, lógicamente lo conversé con mi familia, con mi señora e hija menor y se fue dando una conversación fluida en la que sentí su apoyo y al final tomé la decisión de involucrarme. Siento que ha sido un proceso muy providencial. Personalmente, estoy muy entusiasmado, siento que la Universidad está en una posición muy expectante y con desafíos de buscar un equilibrio en su desarrollo, para nada frenarlo y nunca descuidar la fortaleza del ambiente formativo.

Al asumir la rectoría compartió algunas luces de las prioridades hacia la complejidad: Postgrado, Doctorados y vinculación internacional. ¿Qué nos puede decir respecto de los desafíos inmediatos y próximos que enfrenta la UCM?

En lo inmediato lo importante es que la Universidad siga con su desarrollo tal como está planificado, eso se debe sostener bien. En lo menos inmediato, hay que empezar a establecer las bases de cómo fortalecer y consolidar los programas de postgrado y cómo se articulan con el pregrado, cómo los procesos de vinculación alimentan esta complejidad. No estoy diciendo que esto no se haya hecho, por supuesto que no, simplemente es que, según mi experiencia, cuando las instituciones han crecido significativamente hacia la formación de postgrado y hacia la investigación hay una trayectoria de aprendizaje que toma una buena cantidad de tiempo, me da la impresión que en la UCM este proceso ha sido muy fuerte en los últimos tres años y uno pensaría que viene un ciclo en el que debemos articular muy bien estos procesos.

¿Cómo ve la UCM hoy respecto de la que usted lideró entre el 2002 y 2007? ¿Cómo cree que su postura personal se verá reflejada en este nuevo periodo a la cabeza del plantel?

Son desafíos distintos, en el primer periodo el desafío era fortalecer la oferta académica de la Institución con carreras de envergadura, así surgió la carrera de Medicina, Pedagogía en Ciencias y Pedagogía en Matemática con lo cual se fortaleció la oferta educativa en términos de pedagogía. También fue momento de crecer en infraestructura, por lo que el Campus San Miguel comenzó a tomar otra impronta. Los desafíos de hoy son otros, que no nos planteábamos en esa fecha, sabíamos que llegarían y que tienen que ver con el crecimiento de la oferta de postgrado y de investigación que nos hacen ser hoy la Universidad más grande de la región. Mi preocupación es que ese desarrollo se distribuya lo más cabalmente dentro de la institución. Mi posición personal es esa, la búsqueda de equilibrio, de consolidar también el respeto a las personas, que exista un clima profesional y académico atractivo. Yo diría que es ese el sello que me interesa desarrollar, junto a las iniciativas de servicio hacia la comunidad que también seguirá caracterizando con fuerza a la Universidad.

¿Cuál es el llamado a la academia que usted hace hoy para alcanzar mejores niveles de desarrollo?

Creo que los académicos y todos los funcionarios deben seguir perfeccionándose, que sea una constante en su carrera y progreso académico, ese llamado lo hago hasta a las personas que tengan las mayores credenciales académicas. En los tiempos que corren y es casi de perogrullo decirlo, pero el perfeccionamiento constante es lo que nos garantiza tener buenos desempeños y buenas trayectorias. Lo que me corresponde como rector es acompañar esos procesos, que existan los instrumentos adecuados para que las personas tengan esa oportunidad de desarrollo a lo largo de todo su ciclo.

¿Cuál es el llamado a la comunidad universitaria en general?

Mi ánimo es conducir una Universidad colaborativa y creativa en las cosas que hace, colaborativa con otras instituciones de Educación Superior tanto de la región, del país y el mundo. Mi responsabilidad es representar y defender los intereses de la UCM, pero eso no tiene por qué ser sin dinámicas colaborativas con otras instituciones, tanto en actividades de vinculación y formación, como son los doctorados y programas en consorcio. Se debe notar que la Universidad Católica del Maule está con ese ánimo.

El llamado a la comunidad interna y que he intentado transmitir con quienes he podido conversar hasta ahora y que reitero, evidentemente el proceso interno que vivimos no busca desconocer lo que se ha hecho, por el contrario, buscamos crecer con lo que se ha hecho y ejecutar todo lo que está planificado. Los acentos y énfasis de esta administración se verán en el mediano plazo y los cambios serán con respeto a las personas. Este proceso se hace con la comunidad universitaria, existen capacidades personales, humanas y profesionales que son importantes y muy valiosas y, por lo tanto, no es mi intención prescindir de ellas.

Estoy realmente muy entusiasmado, quizás producto de la experiencia, me doy cuenta que las complejidades se tienen que enfrentar con tranquilidad. Enfrentamos una Universidad que se quiere fortalecer y desarrollar, por lo que las decisiones en algún momento se tienen que enfrentar buscando los mecanismos adecuados y con claridad para que la comunidad lo tome de forma pertinente. Serán procesos de mucho diálogo y consulta al momento de impulsar cambios, vamos a conversar bastante, no busco instalar cambios desde arriba hacia abajo sin previamente dialogar, se viene una agenda de trabajo intenso.