Análisis: “CUARENTENA AL FIN ¡QUÉ ALIVIO!”
Dr. Fernando Córdova-Lepe y Dra. María Teresa Muñoz-Quezada, Línea de Análisis Epidemiológico, Doctorado en Modelamiento Matemático Aplicado de la Universidad Católica del Maule.
Las situaciones de poca claridad de las estrategias sanitarias a nivel comunicacional, el relajo de la población y el limitado stock de vacunas que existe en el mundo (y algunas en ensayos clínicos en fase 3) han derivado en nuevos brotes masivos de la pandemia del COVID-19, provocando una acelerada propagación del virus SARS CoV 2 y la aparición de una nueva cepa variante identificada en el Reino Unido (SARS-CoV-2 VUI), esto último ha complejizado la situación, aumentando la facilidad de contagio y por lo tanto, elevando los casos y el colapso en el sistema sanitario por la cantidad de personas con síntomas positivos y que requieren hospitalización.
Entre el 30-mar-2020 y el 18-ene-2021 la comuna de Talca a alcanzado la triste cifra de 6971 casos de COVID-19, una comuna que según proyecciones INE el año recién pasado alcanzó las 239.317 personas. Si confiamos en las cifras aún más del 95% de la población es susceptible de ser contagiada. Es importante este porcentaje pues, al ser tan alto, muestra que las condiciones de riesgo, en lo que respecta a “cuán difícil le es encontrar al virus alguien a quien contagiar”, no son muy distintas a las que hemos tenido en todo lo que va de la pandemia. Con lo que, para entender el proceso de crecimiento en el número de contagiados diarios, habría que analizar la probabilidad de contagio de un susceptible (fuerza de contagio), la que es proporcional al número de contactos riesgosos que las personas tienen diariamente y por cierto a la cantidad de casos activos que están en circulación. Considerando que el peligro de contagio siempre ha estado, vale la pregunta ¿Qué hace la diferencia en estos días? Lo anterior, como para justificar entrar por primera vez, a la Fase 1 que el programa Paso a Paso, Nos Cuidamos Todos, también denomina a Cuarentena. La respuesta es fácil, todos los componentes medibles de la fuerza de contagio han aumentado, cifras que, al ser proyectadas, indican serio riesgo de un descontrol sanitario y colapso hospitalario, con el reguero de sufrimiento y muertes que eso significa. Uno de los factores de aumento de la posibilidad de contagiarse son los casos activos, entendiendo que del total de población infectada, siempre hay una parte asintomática no detectada y por lo tanto, también una fracción de ésta circulando. Nunca habían existido tantos casos activos en Talca como en este momento, tal como lo muestra la Fig. 1 para el 18 de enero del presente, sea en números absolutos (púrpura) o en términos relativos (línea en rojo).
Aunque ese dato cercano por sí es alarmante, la lectura de éste indicador en el contexto de prácticamente dos meses al alza, lo vuelve inaceptable al proyectarlo asumiendo una no reacción por parte de la ciudadanía o la autoridad sanitaria.
Además, hay un contexto del que no es posible abstraerse, mitigados en formas muy diversas, siguen existiendo viajes de personas entre regiones y entre localidades. Muy probablemente la comuna con la cual Talca tenga el más alto contacto regional sea Curicó. Notemos que nuestros vecinos son la segunda comuna con más casos totales a la fecha y liderando en términos proporcionales a tamaño poblacional, 4029 casos por cada 100 mil habitantes (18-ene-2021).
En lo que es la comparación del ritmo de contagio de este momento con el resto al país, Talca está al borde de ser top-ten en casos nuevos 105,6 por 100 mil habitantes. A continuación, se presenta el escenario de casos nuevos de COVID-19 en Chile de la Fig. 2.
Junto con el factor de la cantidad de personas infectivas en circulación, está el de la probabilidad de encontrarse con uno de estos (lo que se relaciona directamente con la movilidad, el distanciamiento y uso adecuado de elementos de protección personal) y de haber tenido contacto efectivo con alguno, la probabilidad de salir contagiado (que se correlaciona con las medidas de bloqueo, sean estas, lavado de manos, uso de mascarillas, desinfección de superficies u otros).
Situados en la movilidad y con la ayuda Google, nos referimos al Informe de movilidad de las comunidades ante el COVID-19 que arroja para la Región del Maule, es posible observar que el mes de diciembre fue un mes de mal comportamiento. En el comparativo con la movilidad que va entre el domingo 6-dic-2020 y el domingo 10-dic-2020, avanzando, en el resto del mes se observan aumentos importantes en los días siguientes, en las tendencias de movilidad atribuibles a las celebraciones navideñas y de fin de año: (a) tiendas y ocio (restaurantes, cafeterías y comercio), (b) supermercados y farmacias (mercados y depósitos de alimentos, tiendas de comida especializada y farmacias) y (c) estaciones de transporte (terminales de autobuses y similares). En lo que va de enero, se observa una tendencia a retomar la normalidad para los casos (a) y (b) de la Fig. 3, asociado a las compras y comercio. Sin embargo, lo que es concurrencia a puntos de transporte (Fig. 3c) sigue alta, muy probablemente asociado a salidas vacacionales, en especial por la llegada de veraneantes a balnearios y ciudades con playa.
Hay que quedarse en casa, es una de las medida básica, en la manera de lo posible en cuanto a reservar el uso del espacio público a lo esencial. Hoy un aspecto dejado a la conciencia de las personas pasará a ser obligatorio. Advertimos, que es primordial el permanecer en nuestros hogares en en soledad, restringiéndonos a compartir con el grupo familiar que comparte la vivienda. Es sabido que gran parte del contagio se da en los hogares y que existe una tendencia a admitir sin cuidados la visita de familiares o de amigos, que la gente supone seguro o confía en su conducta. La Fig. 4, muestra lo que es la movilidad en zonas residenciales, por lo visto es nada alentador, pues muestra una clara tendencia al alza.
Sabemos que una cuarentena con un máximo de cuatro semanas es una medida dura y genera una serie de inconvenientes, a nivel económico, laboral y de salud mental, estos aspectos deben ser atendidos por las autoridades y la comunidad. Si bien, ya se están generando medidas para mitigar los efectos socioeconómicos que está provocando esta pandemia en Chile, estamos en deuda con el acompañamiento y la atención de los aspectos cognitivos y emocionales que gatillan incertidumbre y ansiedad en la población, esto debe ser atendido con urgencia por las autoridades porque, como estamos viendo, la vacunación es paulatina, la cantidad de vacunas en Chile aún no logran concluir con la vacunación del primer grupo prioritario propuesto por el Ministerio de Salud y la pandemia se propaga aceleradamente con su nueva variante. Sin embargo, perder vidas humanas es una situación irrecuperable y tendrá un mayor impacto emocional y social que quedarse en estas vacaciones en casa.