Alumni UCM demuestra que la kinesiología tiene mucho que aportar en la salud mental - Universidad Católica del Maule
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Alumni UCM demuestra que la kinesiología tiene mucho que aportar en la salud mental

Alumni UCM demuestra que la kinesiología tiene mucho que aportar en la salud mental
26 Oct 2020

Desde hace siete años, Javier Ramírez Ramírez, incursionó en esta área en la que ha dejado en evidencia que la actividad física y la prescripción del ejercicio impactan positivamente en las personas con adicciones. Actualmente es el coordinador del Centro de Salud Mental Comunitario Ayelén en Constitución.

Cuando Javier Ramírez habla sobre la Kinesiología se hace evidente su emoción, con ella ha tenido la posibilidad de ayudar a la comunidad maulina y también de involucrarse en áreas poco exploradas para sus colegas.

Fue en 2013, luego de dos de trabajo en el Hospital de San Javier, cuando comenzó su primer contacto con el mundo de la salud mental. “Me di cuenta que algunos padecimientos que tenían también un componente de salud mental, hacían que se agudizaran los problemas en la salud física”, comentó.

Ese fue la primera señal para Javier y coincidió con la apertura del Programa Ambulatorio Intensivo (PAI) en Alcohol y Drogas en el centro asistencial donde trabajaba. “Hice la propuesta al equipo psicosocial y les dije que podía aportar desde el punto de vista físico y empecé a diseñar pautas de evaluación y adaptación y, en 2015, se me dio la oportunidad de ser el coordinador de ese programa y ahí comencé a involucrarme en las áreas de gestión y administración y a ser conocido en el Senda porque era el ´kinesiólogo raro´ que estaba en estos temas”, expuso.

Reconoce que no fue fácil el camino, pero decidió comenzar a profundizar sus conocimientos y a diplomarse en el ámbito de la gestión y la clínica asociada a las adicciones. Su experiencia en el PAI que aún hoy sigue coordinando y que compatibiliza como líder en el COSAM; demuestra que la kinesiología sí tiene un impacto positivo en las personas con consumo problemático de drogas y alcohol.

“Me empecé a dar cuenta de cosas de las que no se percataban los psicólogos o los trabajadores sociales, por ejemplo, teníamos a un usuario que cojeaba desde hacía cuatro años y resulta que era dependiente del alcohol y no se acordaba que se había caído de una bicicleta. ¡Se había fracturado la cadera y no lo sabía! Lo derivé al traumatólogo y era candidato a una prótesis de cadera”, explicó.

Javier tiene en su mente cada detalle de aquellas personas cuya vida ayudó a cambiar gracias a la kinesiología, incluso, con algunas de ellas sigue en contacto. “Había otro usuario, emblemático del Programa y que tenía doce hospitalizaciones por intoxicación de alcohol, lo cual es bastante. Tenía una polineuropatía por alcohol, o sea, los nervios de sus piernas ya estaban muy afectados y le costaba caminar. Cuando comenzamos la terapia física, la degeneración fue más lenta y mi idea como kinesiólogo era mantenerlo funcional la mayor cantidad de tiempo posible”, indicó.

Integrar otras miradas es clave

Por ello, este profesional egresado de la UCM en 2011, está convencido de que el trabajo multidisciplinar en salud es clave. “Cuando hay distintas disciplinas y todas convergen en un mismo objetivo, el usuario se da cuenta que hay un interés del equipo y todo resulta mucho mejor”, refirió.

Fue en 2019 cuando se abrió el concurso para la coordinación del COSAM y “de 133 postulantes llegué a la final y gané el concurso, pero no fue fácil porque había un prejuicio de porqué un ´kine´ estaba en esta área, pero en base al trabajo demostré que sí se puede y que somos profesionales de la salud capaces de aportar”. Así se convirtió en el primer kinesiólogo en coordinar un centro de este tipo en la Región del Maule y, probablemente el primero del país en gestionar un programa de rehabilitación de adicciones, porque “en las reuniones macrozonales que tuve, nunca vi a otro colega”, dijo.

Añadió que para todo lo que ha logrado en su trayectoria profesional, la Universidad Católica del Maule (UCM), fue fundamental. Pese a que debía viajar todos los días a las cinco de la mañana desde Constitución para llegar a clase y, además, cumplir sus responsabilidades como esposo y padre de dos hijos, tuvo un destacado desempeño en la carrera.

“Tengo los mejores recuerdos de la U, me entregaron varias herramientas del trabajo disciplinar, del trabajo metódico, de la revisión de documentos” y todo ello ahora lo aplica desde su labor que, en medio de la pandemia tuvo que modificarse.

“Uno muchas veces proyecta y planifica, pero la vida hace que te tengas que adaptar y tuvimos que reconvertir todo, hacer protocolos, hacer sistemas de turno, implementar la estrategia telemática y priorizar las atenciones presenciales para no exponer a los usuarios ni a nosotros”, explica. Además, ha generado diversas instancias de vínculo con la comunidad a través de las redes sociales y del programa radial Cuatica-mente que, bajo el eslogan “revolucionando la salud mental”, entrega consejos y lineamientos a los mauchos todos los martes de 12:00 a 13:00 horas en Cinecón Radio y en el que se involucran algunos de los 15 funcionarios del COSAM que dirige.

También espera implementar allí los talleres de atención kinésica y, además, potenciar el trabajo gremial que le inculcaron en la Universidad y que lamenta no haber empezado desde su época como estudiante por “no haber hecho caso a los profesores que me insistían en la importancia que tiene porque recién a los tres años de comenzar a trabajar, caí en cuenta”. Todo ello mientras completa su formación en el MBA con especialización en salud porque se perfila en el área directiva y de gestión.

“Ya estamos en contacto con 30 y vemos que en Chile ya empezó el movimiento de la kinesiología en la salud mental porque, finalmente, la prescripción del ejercicio y la actividad física tiene un impacto y estamos trabajando en generar más evidencia para que esto tenga el sustento que corresponde”, añadió.

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