-Daniela Olave Rojas, insta a que las futuras generaciones de pedagogía en ciencias, hagan su trabajo con la mayor dedicación posible, sin dejar de disfrutar lo que hacen.

La egresada de la Escuela de Pedagogía en Ciencias, Daniela Olave Rojas, cuarto lugar de su generación, siempre fue destacada en los estudios y tras titularse en 2012, decidió mudarse a La Serena para estudiar un Magíster en Astronomía.

La travesía no terminó ahí, ya que a finales del 2014 postuló al Doctorado en Ciencias Físicas y a la Beca Doctorado Año Nacional 2015 a cargo de la Agencia CONICYT (actual ANID), ganó la Beca y fue aceptada en el Doctorado como estudiante de los Dres. Ricardo Demarco y Pierluigi Cerulo, y comenzó sus estudios el 2015 en la Universidad de Concepción, especialización que terminó en 2019.

Ha desarrollado investigaciones en el área de formación y evolución de galaxias en función del ambiente, la cual ha sido publicada en revistas científicas de primer nivel y presentada en congresos nacionales e internacionales. Ha publicado artículos como primer autor en revistas de vanguardia y colaborado en publicaciones de otros científicos nacionales.

Sin lugar a dudas, todo lo que ha hecho en su vida ha sido influenciado por su familia, quienes la han apoyado incondicionalmente en cada paso que se ha propuesto. Particularmente, su encanto por la Ciencia es algo que ha desarrollado con los años, si bien fue algo que siempre estuvo presente en su vida y crianza, reconoce que hasta cuarto medio sus intenciones de estudios fueron más humanistas, sin embargo, “Siempre quise ser profesora y me gustaba la física, así que decidí estudiar Pedagogía en Ciencias con Mención en Física en la UCM”, dijo.

“De niña, mi sueño era ser profesora. Vengo de una familia de profesores, mi abuela y papá lo son, así que soy tercera generación. Si bien, en un principio quería ser profesora de Lenguaje, la ciencia fue algo siempre presente durante mi crianza, mi mamá y papá siempre motivaron mi curiosidad”, comentó.

Sobre su paso por la UCM mencionó que “Como estudiante tengo excelentes recuerdos de los profesores que me hicieron clases y de Karemcita, la secretaria de la escuela. Si bien tuve mayor contacto con los profesores del área de Física, tengo el recuerdo que todos estaban muy pendientes de nuestras necesidades y dispuestos siempre a dar un consejo, cosa que agradezco y valoro hasta el día de hoy”, destacó.

Según explicó,  la exigencia y enfoque de la carrera son aspectos que valora. “Si bien muchos criticaban que la carrera era muy técnica, al menos cuando estudié, en mi paso por otras Universidades, me he dado cuenta que esto es una fortaleza y he reafirmado el valor de la carrera. El tener una profundización en el área permite un conocimiento más acabado de los temas y de las problemáticas de la física, lo que lleva a una mejor enseñanza”, acotó.

Y agregó que “El principal consejo que les daría es que hagan su trabajo con la mejor dedicación posible, la labor que uno tiene como profesor es formar personas, no solo en el ámbito de la especialidad, sino que finalmente uno se transforma en una guía para sus estudiantes. Por otro lado, la carrera siempre puede ser el puntapié inicial para cualquier cosa que deseen realizar a futuro, aprovechen al máximo cada oportunidad que se les presente como ayudantes y luego en su vida futura y nunca olviden disfrutar lo que hacen”, finalizó.