Acciones concretas para paliar el cambio climático y la malnutrición por exceso fueron temas en las IV Jornadas de Nutrición y Alimentos UCM
Si no se ejecutan cambios en el corto plazo, la humanidad podría enfrentarse a su extinción como especie. Por ello, en esta instancia promovida desde la Universidad Católica del Maule, se compartieron propuestas concretas, evidencia científica y nuevas políticas públicas que contribuirán a paliar ambas problemáticas.
El 75 por ciento de los cultivos alimentarios depende de la polinización animal. Abejas, escarabajos, hormigas, murciélagos, aves, entre otros, son los encargados de ese trabajo que hoy tiene un enemigo: el cambio climático. Esta problemática ha afectado las etapas de floración y la cantidad de horas de luz, por tanto, la producción de frutas y verduras podría reducirse hasta en un 23 por ciento.
Las consecuencias suman y siguen. Más del 40 por ciento de la vitamina A y el 30 por ciento del hierro proviene de cultivos dependientes de polinizadores animales. Pero, además, la concentración de estos micronutrientes en los alimentos ya se ha visto disminuido por cuenta de las altas concentraciones de dióxido de carbono.
Así lo advirtió Ornella TIboni, consultora representante de la FAO en Chile en las IV Jornadas de Nutrición y Alimentos organizadas por la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica del Maule.
En momentos en los líderes mundiales permanecen reunidos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27); el tema aún cobra más relevancia pues, de seguir todo como hasta ahora, la humanidad se enfrentaría a su extinción.
“Hay un estudio proyectado al año 2100, dice que, si continuamos produciendo y alimentándonos como lo hacemos hoy día, el sistema alimentario por sí solo -sin considerar ninguna otra industria-, provocará el aumento de dos grados de temperatura promedio en el planeta. Esto puede tener consecuencias catastróficas y nunca antes en la historia de la humanidad se ha tenido registro de temperaturas tan elevadas. El miedo es que cuando se incremente, se desestabilicen los ecosistemas y no sabemos si esas condiciones permitan la vida”, enfatizó Tiboni.
¿Qué hacer ante esta realidad? Para Tiboni, tomar conciencia sobre la contaminación que genera la producción alimentaria es clave. “Los alimentos de origen animal, en general carnes rojas que provienen de rumiantes es lo que más impacto ambiental tiene y es en lo que debemos disminuir el consumo”, indicó la representante de la FAO. La idea es avanzar hacia dietas sostenibles “con bajo impacto ambiental que continua a la seguridad alimentaria y a una vida sana para las generaciones presentes y futuras. Que respete y proteja la biodiversidad y sus sistemas, que sea culturalmente aceptable, accesible física y económicamente, inocua y, que optimice los recursos humanos y naturales”.
Manejo ambiental de servicios de alimentación
La disposición y manejo de los desechos es una de las acciones que, si se realiza de forma sustentable, puede contribuir al medio ambiente. En ello, los profesionales de la nutrición tienen un rol relevante.
Leyla Juri, directora de Escuela de Nutrición y Dietética UCM investigó al respecto y generó e implementó una propuesta de manejo ambiental en servicios de alimentación de cinco establecimientos educativos.
Con base en la Ley 20.920 que establece, entre otros aspectos, siete productos prioritarios que deben reducirse, reutilizarse y reciclarse; Juri caracterizó los residuos de las minutas alimentarias de tres meses no consecutivos de colegios ubicados en la zona sur poniente de Santiago que servían más de 300 raciones diarias.
Encontró que el 65 por ciento de los residuos eran plástico, lo que se traduce en unos 500 kilos en promedio al mes. Metal, papel y cartón, constituían el 15, 12 y 8 por ciento de los residuos respectivamente. Contactó a las empresas gestoras de residuos para identificar las compensaciones económicas por la entrega de los residuos y que oscilan entre 20 y 250 pesos por kilo.
La propuesta y proyección económica considerando 10 meses, resultó viable y rentable, con lo cual, demostró que, un manejo ambiental adecuado no solo permite un impacto ambiental positivo sino, además, réditos económicos para el servicio alimentario que lo implemente.
Juri también realizó algunas recomendaciones. “Para los envases se recomienda el uso de materias primas sustentables y que el tamaño de los mismos, para establecimientos que generan gran cantidad de raciones sea mayor. Muchas veces reciben insumos en formato doméstico y, al elaborar grandes cantidades de alimentos, hay mayor cantidad de residuos. Envases en formato más grande facilitaría también la distribución y el almacenaje”
Reformulación de programas alimentarios
De cara a otra de las problemáticas que requieren acciones urgentes, para paliar los índices de malnutrición por exceso, el Ministerio de Salud reformuló los programas alimentarios, cambios que fueron presentados por Texia Deb, nutricionista y referente técnico de Programas Alimentarios del Departamento de Salud Pública y Planificación Sanitaria de la Seremi de Salud del Maule.
“Los primeros cambios implican que, a través de los establecimientos de atención primaria de salud se asegure la consulta de lactancia materna para todos los niños menores de un año. La idea es que pasen por este filtro para eliminar las eventuales situaciones en las que una mamá podría decidir dejar de lactar”, explicó Deb.
Es decir, la leche Purita ya no será entregada a todos, sino que, privilegiará el acompañamiento para que la lactancia materna sea exitosa. “En el PNAC (Programa Nacional de Alimentación Complementaria), dentro de la reformulación que, por ahora, es solo para beneficiarios de Fonasa, lo que considera es asegurar la lactancia materna y, cuando hay causas justificadas que la impidan, se entrega una fórmula de inicio y ya no la leche Purita”.
Madres diagnosticadas con VIH o con uso problemático de alcohol o drogas, por ejemplo, son causa de reemplazo de la lactancia. En aquellas que deban regresar al trabajo a los estudios, que estén privadas de la libertad o que tengan lesiones activas en los senos; se considerará la entrega de la fórmula como un complemente.
Esta reformulación se dio luego de un plan piloto exitoso implementado en La Araucanía e implicará mayor capacitación por parte de los equipos de salud. Texia Deb también anunció otros cambios que involucran a la tradicional marca Purita.
“Vamos a tener cambios importantes en los nombres de los productos, en la fórmula y en los envases. La leche Purita Fortificada pasará a ser Purita +Pro1; la Purita Cereal será Purita +Pro2, la bebida láctea Años Dorados será bebida Nutra Max y la crema Años Dorados pasará a ser la crema Nutra Max. También hay cambios que ya hemos hecho y que tiene que ver con el reemplazo de la fórmula de continuación en el PNAC Prematuros por una fórmula de inicio y, en el 2024, tendremos cambios de la Purita Mamá por la +Pro2 que es una leche descremada y fortificada”, explicó.
¿Qué se busca con esas modificaciones? “Estos cambios están relacionados con el fortalecimiento de la lactancia materna porque queremos abordar los índices de malnutrición y la lactancia es factor protector contra la obesidad, tenemos que recurrir a ella si queremos modificar a las actuales estadísticas que no son positivas”.