Académico UCM y el proceso constituyente: “Compatibilizar elección con designación es un gran desafío”
El director del Magíster en Políticas Públicas y Procesos Socioterritoriales y de la Escuela de Administración Pública, Dr. Braulio Cariman, se refirió a los avances del proceso constituyente luego del acuerdo de 12 de diciembre último.
El pasado 4 de septiembre se llevó a cabo el plebiscito de salida sobre la propuesta de nueva constitución elaborada por la Convección, la que fue rechazada por el 61,86% de los votos, por lo que desde entonces las fuerzas políticas comenzaron a trabajar para definir un nuevo mecanismo para redactar la nueva Carta Magna.
En las primeras reuniones no se llegó a un consenso y en algún momento se especuló que esto no estaría definido antes del 2023, sin embargo, el lunes 12 de diciembre se logró definir la nueva forma en que se trabajará.
El nuevo organismo encargado de la redacción de la Nueva Constitución estará a cargo de un Consejo Constitucional, el que tendrá 50 miembros elegidos por votación popular, además de una Comisión de Expertos, compuesta por 24 personas elegidas por el Congreso, instancia que estará encargada de la redacción de un anteproyecto, el que serviría como una idea matriz de la nueva propuesta constitucional.
Además, habrá un Comité Técnico de Admisibilidad que estará integrado por 14 personas designadas por el Senado y se encargarán de revisar las normas aprobadas en distintas instancias.
Sobre esto y los avances del proceso, el director del Magíster en Políticas Públicas y Procesos Socioterritoriales y Director de la Escuela de Administración Pública de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Católica del Maule (UCM), Dr. Braulio Cariman, se refirió al acuerdo alcanzado.
“La elección de representantes, que es una de las manifestaciones básicas de los sistemas democráticos, está en las antípodas de la designación de personas, técnicos o no; por lo tanto, compatibilizar elección con designación es un gran desafío. Ahora, en el contexto específico del proceso constituyente me parece que es una decisión correcta, aunque compleja”, comenzó diciendo.
En el pacto hubo representación de diversos partidos y movimientos políticos, uno de ellos fue “Amarillos por Chile”, quienes tuvieron una participación activa en la campaña del “Rechazo”, lo que generó diversos comentarios de desconfianza, sin embargo, para Cariman la amplitud de los partidos y movimientos participantes es un aporte para el proceso.
“Cualquier pacto político que pretenda dar viabilidad política a un proceso debe ser lo más amplio posible; en consecuencia, la inclusión de este movimiento, u otros, ciertamente que es un aporte para el proceso”, destacó.
Mientras que la ausencia de la senadora Fabiola Campillai también generó ecos en la opinión pública, sin embargo, Cariman cree que en estos procesos las figuras individuales no deben ser protagonistas.
“En el pacto firmado los actores son colectivos, partidos y movimientos; en este contexto, poco importan las figuraciones personales”, enfatizó el académico de la UCM.
Confianza en la ciudadanía
El 25 de octubre del año 2020 se realizó el plebiscito de entrada en el que el 78,28% votó a favor de tener una Nueva Carta Magna y el 79% eligió que ella debía ser redactada a través de una Convención Constituyente electa por votación popular, en desmedro de una Convención Mixta, la que estaría compuesta en un 50% por parlamentarios.
No obstante, la decisión del mecanismo empleado para la redacción fue escogido por el mundo político, sin volver a consultar a la ciudadanía. Para Braulio Cariman, esto responde más a la urgencia de lograr un acuerdo en el menor tiempo posible, más que a una desconfianza per se a la ciudadanía.
“La relación de confianza entre lo que algunos denominan ‘clase política” y la ciudadanía siempre ha sido un problema teórico y práctico en la política. Efectivamente, el pacto fue negociado entre fuerzas políticas, pero hay que considerar la dificultad práctica de una democracia plebiscitaria. En esta decisión creo que primó la necesidad de llegar a un acuerdo en el menor tiempo posible en un contexto muy difícil provocado, precisamente, por el contundente resultado del plebiscito de salida de septiembre; es decir, por la voluntad popular de quienes asistieron a votar en las urnas”, argumentó.
Crédito: DIRCOM UCM.