Desde la Facultad de Ciencias Básicas de la Universidad Católica del Maule se desarrolló una innovadora herramienta de inteligencia artificial que personaliza el aprendizaje, apoya al profesorado y anticipa el futuro de la enseñanza. 

Una revolución silenciosa pero profunda está ocurriendo en las aulas gracias a los avances en inteligencia artificial, y uno de sus protagonistas se encuentra en la Universidad Católica del Maule (UCM). Desde la Facultad de Ciencias Básicas, el académico y director del Departamento de Matemática, Física y Estadística, Dr. José González Campos y el estudiante de Ingeniería en estadística Benjamín Contardo, lideran una iniciativa que ya comienza a marcar un antes y un después en la experiencia educativa: el desarrollo de un Asistente Pedagógico Virtual (APV). 

Este asistente, basado en IA, funciona como un tutor digital disponible las 24 horas, capaz de analizar el progreso del estudiante, identificar sus dificultades y ofrecer contenidos personalizados. “A diferencia de una clase tradicional ‘igual para todos’, los APV permiten que cada estudiante avance a su propio ritmo, con materiales diseñados específicamente para sus objetivos”, explicó el profesor, quien también forma parte de la carrera de Ingeniería en Estadística de la UCM y cuenta con una destacada trayectoria investigadora en modelación estadística y calidad en educación superior. 

El APV no viene a reemplazar al docente, sino a potenciar su labor. Según el investigador, “estos sistemas se encargan de tareas repetitivas o de dar respuestas inmediatas, liberando al profesor para enfocarse en lo más importante: motivar, orientar y apoyar el desarrollo del pensamiento crítico del estudiante”, indicó. 

Aprender a pensar y reflexionar 

Entre sus beneficios, destacan la personalización del aprendizaje, la disponibilidad continua, la retroalimentación inmediata y el acompañamiento constante. Asimismo, esta tecnología permite mejorar la inclusión y el acceso a recursos, especialmente para estudiantes con distintas necesidades educativas. “El estudiante nunca está solo frente al problema, siempre cuenta con un apoyo listo para ayudar”, enfatizó el académico. 

No obstante, el experto advierte sobre los desafíos que esta innovación plantea, como es la protección de datos, la equidad en el acceso tecnológico y la necesidad de formar tanto a estudiantes como docentes en un uso ético y crítico de la IA. “El mayor riesgo no es la tecnología, sino cómo la usamos. El reto está en educar para que los estudiantes no dependan pasivamente de las respuestas automáticas, sino que aprendan a pensar y reflexionar con ellas”, señaló. 

Mirando al futuro, el doctor González vislumbra escenarios cada vez más integrados entre educación e inteligencia artificial. Desde experiencias de aprendizaje inmersivas en realidad virtual hasta la capacitación continua en el mundo laboral, los asistentes virtuales serán aliados clave en una educación más personalizada, flexible y centrada en el estudiante. La propuesta ha sido presentada en espacios internacionales y nacionales, generando gran impacto e interés.  

“Si logramos equilibrar el potencial tecnológico con la pedagogía humana, el futuro de la educación con asistentes virtuales será verdaderamente transformador”, concluyó el académico de la UCM.