Académica de Trabajo Social de la UCM Curicó expone en congreso mundial de la quinua
La ponencia fue sobre la investigación que ha desarrollado la docente Lizbeth Núñez, junto a académicos franceses y argentinos en el territorio de Lipimávida, comuna de Vichuquén.
“El Patrimonio biocultural de la quinua al servicio de la Agricultura Campesina”, fue el nombre de la ponencia que expuso Lizbeth Núñez, académica de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, en el Congreso Mundial de la Quinua y Otros Granos Andinos, que en su séptima versión tuvo como sede la ciudad de Iquique.
Su exposición fue el resultado del proyecto Baquiana, investigación que fue adjudicada en el Concurso de Atracción de Capital Humano Avanzado 2016, con financiamiento de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), estudio que también contó con financiamiento del Instituto de Investigación para el Desarrollo, IRD de Francia, lo que además permitió sumar a la investigación al experto francés, doctor Thierry Winkel del IRD.
Cabe destacar que esta iniciativa denominada Baquiana, forma parte de una red de investigación internacional con Francia y Argentina, alianza que esperan fortalecer para indagar en torno a la Agricultura Familiar Campesina de América Latina. Lo anterior, con el objetivo de generar conocimiento que aporte al desarrollo rural.
Según comentó la docente de la Escuela de Trabajo Social, una de las problemáticas que identificaron fue la escaza producción del cultivo de quinua en el siglo XX, lo que se fue revirtiendo con el paso del tiempo, cuando comenzaron a surgir nuevas cooperativas en la Región de O’Higgins y Maule, pero solo llegaron a reconocer 12 productores de este grano andino.
Por lo mismo, el objetivo fue generar un proceso participativo para activar circuitos cortos de producción, comercialización y consumo local de quinua en comunidades de agricultura familiar de la comuna de Vichuquén, localidad de Lipimávida en la Región de Maule.
Al respecto, Lizbeth Núñez comentó que “Quisimos promover la agricultura familiar y en el transcurso de este proceso, establecimos una relación de igualdad y respeto con los habitantes de este territorio, elegimos Lipimávida porque ahí encontramos diversas fortalezas endógenas, si bien había poca producción de quinua, fue precisamente este elemento el que quisimos reconocer. Y la verdad es que cuando comenzamos el levantamiento de información, nos dimos cuenta que todos se acordaban que fueron alimentados con quinua cuando pequeños, por lo tanto, ese producto era de ellos”, sostuvo.
Según detalló la académica, la agricultura familiar aporta el 80% de la producción mundial de alimentos, lo que se ve potenciado por la creciente demanda por alimentos sanos y orgánicos, donde exista un valor identitario.
Las metodologías de investigación que utilizaron fueron participativas, con modelo de intervención territorial a cargo de estudiantes de la UCM sede Curicó. “Hemos hecho un trabajo junto con estudiantes, desde el 2006 que ellos se movilizan en equipos pequeños a territorios rurales, donde hemos levantado este modelo de intervención”, destacó Lizbeth Núñez.
Cabe destacar que esta iniciativa partió con la idea de rescatar el uso patrimonial de la quinua, sin embargo, hoy ya se está pensando en el rescate patrimonial de toda una comunidad, junto con ello su historia, tradiciones, trabajo y costumbres.