Opinión: 100 años de Trabajo Social en Chile: Trayectorias, Aportes y Desafíos desde la Región del Maule

Milton Contreras Sáez, director de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Católica del Maule, sede Curicó.
El pasado 4 de mayo de 2025, el Trabajo Social en Chile conmemoró un siglo de historia profesional, académica y política al servicio de los sectores más vulnerados de nuestra sociedad. Cien años donde se ha transitado desde una práctica filantrópica, ligada a la beneficencia decimonónica, hacia una profesión consolidada académicamente, con capacidad crítica y compromiso ético en la producción de conocimiento y en la intervención social. Esta conmemoración no solo implica reconocer el pasado, sino también situar las responsabilidades presentes y proyectar los desafíos que enfrentamos en un contexto nacional y regional (del maule) cambiante.
Desde su origen en Chile en 1925, con la primera escuela del Dr. Alejandro del Río, el Trabajo Social se articuló en torno a la atención de problemáticas sociales derivadas de la “cuestión social”, particularmente en salud, higiene y protección infantil. Durante décadas, las escuelas de formación y los espacios institucionales fueron tensionados entre posturas conservadoras y visiones transformadoras que buscaban situar la intervención social como un proceso político y de derechos. La dictadura militar interrumpió violentamente esta trayectoria, restringiendo la profesión a un accionar asistencialista, subordinado a un modelo de Estado subsidiario. No obstante, el retorno democrático permitió reposicionar al Trabajo Social como disciplina universitaria, propiciando su reconceptualización, la investigación científica y la incidencia pública.
Aportes desde la Región del Maule: 30 Años de Formación en la UCM
En este contexto histórico, la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Católica del Maule ha sido protagonista en la configuración de una mirada regional sobre las problemáticas sociales. Fundada en 1994, ha desarrollado un perfil de egreso que integra la formación ética, teórica, metodológica y práctica, articulada desde una perspectiva humanista-cristiana, con especial énfasis en el abordaje de escenarios sociales emergentes como pobreza, migración, envejecimiento poblacional y problemáticas socioambientales.
La consolidación de espacios académicos como el Centro de Estudios para el Desarrollo Regional (CEDERE), junto a la Revista de Trabajo Social: Pensamiento y Acción Interdisciplinaria, evidencian el compromiso de la escuela no solo con la formación de profesionales, sino también con la producción de conocimiento situado y la vinculación territorial. Esta consolidación se articula además, con el posicionamiento a nivel regional y nacional de la Escuela de Trabajo Social de esta casa de estudios, impactando en la creación y desarrollo de políticas públicas en diferentes campos de acción que hoy, impactan en miles de familias chilenas.
Desafíos Actuales y Proyección Regional
Los desafíos de la pandemia, el retorno a la presencialidad y hoy, los datos del Censo 2024, nos advierten transformaciones demográficas que tensionan las políticas sociales y los dispositivos de intervención. La Región del Maule cuenta con 1.123.008 habitantes, un índice de envejecimiento de 83,9 y una edad promedio de 38,8 años, acompañado de una disminución sostenida en las tasas de natalidad. Este escenario exige del Trabajo Social nuevas respuestas a problemáticas asociadas al envejecimiento poblacional, las condiciones de vida de personas mayores, la ruralidad persistente, las desigualdades territoriales, el aumento de problemáticas asociadas a violencia familiar y los procesos migratorios que han impactado en las dinámicas de habitantes de nuestra región.
Para la Escuela de Trabajo Social de la UCM, estos desafíos suponen fortalecer su posicionamiento académico, consolidar líneas de investigación pertinentes al territorio, ampliar las redes institucionales y diversificar las ofertas de formación continua, incorporando enfoques interdisciplinarios y de derechos humanos. Además, es indispensable profundizar en la actualización curricular, considerando problemáticas sociales emergentes y el impacto de procesos globales como el cambio climático y la nueva era de la digitalización.
A cien años del inicio del Trabajo Social en Chile, y a más de tres décadas de su enseñanza en la Universidad Católica del Maule, se hace imprescindible reafirmar la vigencia de una profesión comprometida éticamente con la dignidad humana y el bienestar colectivo. El Trabajo Social debe seguir situando las desigualdades sociales, las vulneraciones de derechos y las condiciones estructurales que configuran la exclusión como objeto prioritario de su ejercicio profesional y académico, particularmente en territorios como el Maule, donde persisten brechas sociales históricas y emergen nuevos desafíos para la convivencia social y la justicia territorial.
Abracemos con responsabilidad el centenario disciplinar y profundicemos el compromiso social desde nuestros principios rectores de justicia social, respeto a los derechos humanos y hacia las diversidades.
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.