A las mejoras de la infraestructura disponible y las construcciones de nuevos edificios, el plantel anunció que desarrollará toda una línea de servicios a la comunidad en futuras dependencias en la Alameda de Talca.

Desde el 2014 que la Universidad Católica del Maule (UCM) -acreditada por 5 años y adscrita a la gratuidad- está ejecutando un plan maestro de infraestructura para acompañar el natural crecimiento de su comunidad universitaria, el cual incluye la mejora de los espacios disponibles en sus sedes de Talca y Curicó, la construcción de nuevos edificios y la concreción de interesantes proyectos en la capital maulina, destacando el nuevo Campus para Curicó.

Junto al edificio de aulas y facultades, que por sí solo permitirá incrementar en un 30 por ciento la disponibilidad de salas de clases, y el nuevo edificio de la Facultad de Medicina, ambos en el Campus San Miguel en Talca, recientemente se anunció la compra de un terreno en el sector poniente de la Alameda de la capital maulina, lugar donde estará emplazado un nuevo edificio destinado a desarrollar una línea de servicios para la comunidad.

Sobre este nuevo hito para el plantel, Pablo Hormazábal, vicerrector de Administración y Finanzas de la UCM, comentó que “Con la aprobación del Consejo Superior adquirimos un nuevo terreno en la Alameda Bernardo O’Higgins de Talca, para la construcción de un edificio que cuente con clínicas de prácticas, como son clínica jurídica, clínica de atención y mediación familiar para prácticas de trabajo social, psicología, estudios de mercado y territoriales para prácticas de sociología, Incubadora de Emprendimientos para carreras de administración, negocios y de ingenierías, clínica tributaria, clínica contable, entre otras alternativas. Desarrollaremos todo el diseño y luego la construcción con miras al 2023 comenzar esta nueva construcción”, expuso.

En términos de infraestructura, para el vicerrector Pablo Hormazábal, al comparar lo que es hoy la UCM con lo que era en el 2006 –año en que ingresó a trabajar al plantel-, existe una notable diferencia que se explica por el incremento de programas formativos de pre y postgrado, además de las exigencias que surgen al pasar de una universidad eminentemente docente a una universidad con desarrollo en investigación científica y aplicada.

Reinvertir los excedentes

“Esto tiene que ver con el crecimiento de la comunidad, principalmente con la llegada de más estudiantes y más carreras. Estamos acompañando ese crecimiento con infraestructura en lo que es San Miguel, San Isidro y Nuestra Señora del Carmen en Curicó”, afirmó el vicerrector, agregando que “La institución al ser sin fines de lucro canaliza todos sus excedentes en la misma institución, quiero decir que la UCM al igual que todas las universidades católicas no distribuye sus excedentes a los dueños, no existe eso, por estatuto y política interna, entonces todo lo que se genera se reinvierte. Se debe considerar que esa reinversión se destina a las personas – en capacitación, perfeccionamiento y mejoras de remuneraciones-, al desarrollo institucional – diseño e innovación en el proyecto formativo, gestión de calidad-, y en infraestructura; entre los ámbitos más importantes”, sostuvo.

Entre las mejoras de espacios, destacan el acondicionamiento de las salas de clases y casinos, el mejoramiento de los baños, la implementación de los espacios desde una óptica inclusiva especialmente en los accesos, y las mejoras en diferentes laboratorios con la mantención y renovación de sus equipos.