Salud: ¿Cuál es el rol de los nutricionistas en la pandemia?
La nutrición es fundamental para que un paciente con Covid-19 pueda recuperarse adecuadamente pues está comprobado que aquellos pacientes que tiene menor masa muscular o pierden peso tienen más posibilidades de alargar su hospitalización.
Desde marzo a la fecha, más de 300 personas a lo largo del país han sido conectadas a ventilación mecánica debido a una infección por Covid-19. Dado lo invasiva que resulta esta terapia respiratoria, los pacientes no pueden comer normalmente, por lo que el rol de los nutricionistas al interior de las unidades críticas ha sido fundamental.
Nicole Giuras, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica del Maule (UCM), explicó que, en esos casos, “La alimentación ya no se realiza de forma oral, sino que se da a través de un soporte nutricional que puede ser parenteral o enteral”. El primero, se trata de una mezcla de alimentación en forma líquida que se provee directo a una vena a través de un catéter; y, en el segundo caso, se suministra a través de una sonda directo al tracto gastrointestinal.
Son los nutricionistas los encargados de evaluar cada caso para determinar las necesidades del paciente y proveer los nutrientes adecuados. “Hay que entregar los aportes nutricionales justo en la medida, llegar a un equilibrio entre lo que se necesita para resguardar el estado nutricional y no sobre entregar para que no se vea perjudicado su avance”, acotó Giuras.
Uno de los focos de los nutricionistas es evitar la pérdida de masa muscular de los pacientes porque “Este es un condicionante para que se vayan a menos. Quienes cursan desnutrición o baja de peso intrahospitalario, tienen mayores estadías hospitalarias o evolucionan más lento o de peor forma. Por su parte, los pacientes obesos tienen dificultades importantes en el proceso ventilatorio, por lo que es transcendental resguardar el estado nutricional”, detalló.
Además, estos profesionales deben tener presente una serie de factores a la hora de tomar decisiones. De acuerdo con la académica, “Los pacientes, normalmente, no tienen una sola patología sino un conjunto de ellas, por ejemplo, cuando se habla de un paciente crónico: tiene hipertensión, diabetes, dislipidemia, insuficiencia renal crónica. Está todo mediado por el conjunto de patologías y por la que esté más agudizada y causando mayores consecuencias a nivel metabólico”, sostuvo.
Si bien, los aportes nutricionales se hacen de forma individualizada, los últimos estudios han recomendado a quienes se están recuperando del Covid-19, “un soporte hipercalórico e hiperprotéico y la inclusión de actividad física temprana”. A quienes ya pueden respirar por sí mismos “pueden incorporar una alimentación más normalizada, se inicia con algunos alimentos para probar tolerancia y luego se va incorporando la alimentación normal. Se trata de dar alimentos o consistencias que permitan que el paciente no tenga tanto trabajo ventilatorio o que se le dificulte la masticación”, explicó Giuras.
Adicional a ello, al interior de los centros médicos, se han extremado medidas en “desinfección y sanitización de los alimentos para tratar que siempre estén con las certificaciones adecuadas, que es lo que se cumple en las centrales de alimentación de los hospitales”, puntualizó la académica.
Desafío para la ciudadanía
La pandemia puso en evidencia que la mayor parte de la población tiene factores de riesgo asociados debido a enfermedades crónicas cuyo origen está, en gran medida, en una mala alimentación. “Avanzamos en nuestro ciclo vital con malos cuidados alimenticios, generamos sobre peso, obesidad, resistencia a la insulina -consecuente diabetes-, hipertensión, etc, que nos predispone a tener un organismo algo menos preparado para enfrentar ciertas situaciones. La idea es llamar a mantenerse en una buena condición nutricional: alimentación equilibrada, actividad física, consumo de agua y una variedad adecuada tanto de frutas como verduras y leguminosas”, indicó.