Columna de opinión: "Dios y la ciudad" - Universidad Católica del Maule
Trigger

Columna de opinión: “Dios y la ciudad”

Columna de opinión: “Dios y la ciudad”
18 Nov 2019


Dr. Mauricio Albornoz, Pbro. decano de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule.

Dios no es lejano, sino íntimo. Más interior que el ser humano frente a sí mismo, y es posible encontrarlo siguiendo la conciencia, la razón y la historia. Con estas palabras nos ilumina San Agustín reclamando realidad, sentido y finalidad en las cosas de Dios, en cualquier expresión razonable que de él se tenga.

Así lo entendió el pueblo Aymara, el Quechua, el Atacameño, el Kolla, el Diaguita, el Mapuche, el Yagán, y el Kawésqar. Los hechos muestran que el corolario natural de nuestras comunidades predecesoras se congregaron en esa realidad sobrenatural que convoca en su diversidad a la ciudadanía. Solo por estas simples razones es que la Ciudad se debe cuidar. Las víctimas, la violencia, los incendios, los saqueos; tomando como ejemplo el sufrido en el Santuario María Auxiliadora recientemente, a nadie puede dejar indiferente, incluyendo a los responsables. El daño físico y sacramental a una Institución tan querida en Talca, y que por más de cien años ha formado generaciones de jóvenes, normalmente venidos de sectores populares, entre los que me incluyo, hoy nos duele.

Muchos de los saqueadores que irrumpieron allí la noche del lunes 11, seguramente no tuvieron la oportunidad de otros, que gracias a la caridad y vida entregada de muchos salesianos, logramos ser hoy ciudadanos. Sabemos que ha faltado más, pero no resulta exigible a una institución privada, aquello que es deber y derecho público, y que hoy reclamamos con ímpetu, como es la educación. La paradoja muestra que aquellos que han dignificado a los jóvenes de clase trabajadora en nuestra ciudad, ofreciendo una alternativa educativa cercana a los pobres, resultan ser hoy las víctimas de aquellos que piden dignidad.

¿Cómo podemos reaccionar frente a estos hechos? para los que tenemos fe, o vivimos en la ciudad, lo primero es la pacificación del corazón, que permite atenuar con la paz del alma, la violencia que exaspera. No podemos reaccionar como algunos colectivos, que a fuerza de atrincherarse o buscar relevancia social, han sacrificado a ella su identidad, colaborando a la crisis de las instituciones, a las que compulsivamente quieren salvar. Quizá sea esta conducta la que hasta ahora ha prevalecido, y hace palidecer la posibilidad real de un futuro mejor para nuestra Patria. Lo ocurrido en el Santuario María Auxiliadora se nos ofrece hoy como una positiva excusa que una auténtica ciudadanía no puede desechar.

EnglishFrançaisDeutschहिन्दीPortuguêsEspañol