Certificación coronó exitoso convenio entre la Universidad Católica del Maule y la U. del Mar
Última ceremonia
Un total de 1314 estudiantes de la sede Centro Sur del plantel fueron los que certificó la UCM.
Un momento de felicidad es el que vivió, el viernes 3 de agosto en Talca, el último grupo de estudiantes que certificaron haber culminado satisfactoriamente su formación profesional fruto del Convenio de Colaboración Académica y de Movilidad Estudiantil ejecutado por la Universidad Católica del Maule desde el 2013 a la fecha.
Dicha administración propició un final feliz a los más de mil alumnos que habían quedado a la deriva luego del cierre de la Universidad del Mar decretado por el Ministerio de Educación.
Del total de 1467 estudiantes, finalmente fueron 1.314 los que lograron titularse, lo que representa un 89,6% del total de matriculados inicialmente en el convenio.
A juicio del rector de la UCM, Dr. Diego Durán, esta exitosa experiencia académica no podría haberse concretado de no ser por el apoyo transversal de todos los actores políticos y organismos técnicos de ambas regiones, los que finalmente se plasmaron en la firma del convenio oficializado el 12 de septiembre en la ciudad de San Fernando, por las autoridades de ese periodo, la Ministra de Educación, Carolina Schmidt, el intendente del Maule y actual senador, Rodrigo Galilea, la seremi del ramo, María Luisa Collarte, además de los rectores de ambas casas de estudio, Dr. Diego Durán y René Donoso, respectivamente, además de la aprobación por parte de los propios estudiantes de la U. del Mar.
“Hoy se cierra definitivamente con un proceso muy bien llevado, donde hemos contado incluso con el apoyo positivo del Ministerio de Educación lo que ha significado también que el Mineduc nos considere como una alternativa para otras instituciones y nosotros ponemos al servicio del país esto que hemos ido logrando”, destacó el rector Dr. Diego Durán.
A la hora del balance, el rector reconoce que la UCM corrió un gran riesgo al embarcarse en esta tarea, ya que no se tenía absoluta claridad de cómo se darían las cosas en el tiempo, pero que hoy permite mirar con orgullo la labor desempeñada que cambió el futuro para los integrantes de la U. del Mar, sede Centro Sur.
“El riesgo valió la pena, estamos felices de haberlo hecho y como comunidad supimos responder a los valores que como institución nos avalan. Demostramos además que tenemos un cariño por la región importantísimo, brindándole una mano a un número significativo de familias”, recapituló el rector Durán.
Previa a la última ceremonia de certificación, el senador Rodrigo Galilea, comentó que “Simplemente quiero agradecer el esfuerzo que realizó la Universidad Católica del Maule, no era fácil asumir esta responsabilidad. Había problemas y sinsabores de parte de muchos y de los mismos alumnos que además hacían desconfiar de todas las instituciones.
Ver que esto esté terminado y que concluya como se pensó alguna vez, es realmente para que la UCM se enorgullezca de lo que hizo. Felicitaciones a los estudiantes, los profesores y todos los que hicieron posible un buen término para la U. del Mar”.
Asimismo, Claudio Rodríguez, coordinador Académico del Convenio UCM-UDM-MINEDUC, agradeció a todas las personas que integraron el equipo y a los propios estudiantes que hicieron posible llegar a buen puerto y comentó que “Quizás lo más complejo de esta gestión fue adaptar y reorganizar el proceso académico de cada estudiante, para que, en el marco de vigencia del Convenio, pudiesen terminar sus estudios”, dijo.
Fueron un total de 17 programas repartidos en 31 carreras, de jornada diurna y vespertina. Al 31 de julio de 2018, la población de alumnos beneficiados alcanzó a 1.467 estudiantes.
Sobre esta iniciativa, el Senador Juan Antonio Coloma expresó que “Destaco lo solidaria que fue la institución para ayudar a esos estudiantes, que en su momento fueron abandonados y donde hubo muy pocas universidades que tuvieron la voluntad de hacer un esfuerzo por hacerse cargo de esa realidad social. Fue un proceso exitoso y que dejó enseñanzas que son muy importantes tanto para el país como para la universidad”, acotó.
Si bien hoy se celebra la exitosa finalización del convenio, el rector UCM lamentó que al parecer como país no hemos aprendido las lecciones. “Se han tomado decisiones a nivel político que no han considerado esas experiencias y hoy día por ejemplo en el caso de la Universidad Arcis los estudiantes no tienen nada, ni espacio físico. Creo que debemos aprender en conjunto. Sabemos que otras instituciones a futuro se verán sometidas a esta misma situación por la nueva Ley de Educación Superior y la obligatoriedad de acreditación, no todas están en condiciones de hacerlo”, advirtió la autoridad universitaria.
La UCM es una de las instituciones convocadas para dar continuidad a los estudiantes de la Arcis, tema sobre el que el rector comentó que “Uno de los compromisos que tenemos con el Ministerio de Educación es tener el respaldo transversal a ese convenio, sin eso es difícil que nos podamos sumar”, sostuvo.
Un sueño en Chile
En su paso por la UCM, los alumnos de la U. del Mar pudieron empaparse del sello institucional, caracterizado por agregar valor social a sus acciones, el fuerte componente valórico y la vocación pública que la inspira, periodo en el cual realizaron operativos sanitarios en comunidades locales como son vacunación de animales domésticos, charlas, visitas a hogares de menores, asistencia a seminarios y conferencias, intercambio estudiantil con la Universidad Sur Colombiana, entre otras.
Esta experiencia es la que vivió Yelitzabeth Cedeño, quien con solo 22 años viajó desde Caracas, Venezuela, con el sueño de vivir una vida mejor y transformarse en una profesional. Esa fue la promesa que le hizo a su abuela antes de partir. Sin embargo, su estadía en Chile no fue tan fácil como ella esperaba, ya que no encontraba trabajo. Fue en Curicó donde apareció una oportunidad. “Comencé a trabajar y en diciembre de 2011 me matriculé en Derecho en la U. del Mar. Con gran esfuerzo pagaba la mensualidad y el primer semestre iba todo bien, pero a fines de ese año anuncian el cierre de la universidad y pensé en abandonar la carrera”, recordó.
Es así como el compromiso y la gestión que asumió la Universidad Católica del Maule fue vital para que Yelizabeth pudiese cumplir sus objetivos y convertirse en abogada.
“Destaco el apoyo que nos brindaron ya que éramos muchos los que nos veíamos afectados con la situación de nuestra casa de estudio en ese momento. Destaco la preocupación y la empatía y de haber firmado ese convenio que nos dio la posibilidad a muchos de nosotros para poder terminar nuestras carreras”, agradeció la joven.
Para Andrea Pardo, certificada por la carrera de Nutrición y Dietética, el convenio “Fue una puerta muy buena que se abrió en ese momento, fue como un salvavidas, ya que, se nos ofreció seguir estudiando en el mismo nivel, no nos atrasamos y seguimos con los mismos profesores. Lo mejor es que pudimos seguir prácticamente gratis nuestros estudios sabiendo que en algún momento terminaríamos y nos titularíamos”, indicó.
“Felicito a todos mis compañeros por la perseverancia, nos costó por todo lo que pasamos, pero pudimos lograrlo y hoy podemos decir que gracias a Dios somos unos profesionales”, agregó.
Otro de los testimonios que dan cuenta del papel importante que jugó la UCM en la certificación que tuvieron los estudiantes de la Universidad del Mar, fue el entregado por el recién abogado Richard Aravena. “Este convenio fue una alternativa cierta de poder terminar nuestro proceso, una solución concreta y real que significó una luz de esperanza para nuestro camino como estudiantes”, indicó.
“Les agradezco por habernos dado la oportunidad de concluir nuestro ambicioso proyecto, de apoyarnos en un momento oscuro para nuestro futuro, de haber confiado en nuestras capacidades y por la gran gestión realizada”, comentó luego el abogado Aravena.
Es importante destacar, respecto a la inserción laboral de los estudiantes del convenio que terminaron sus estudios en la Universidad Católica del Maule, que el 2016 el 85,6 % de los egresados se encontraba trabajando como empleado dependiente tanto en el área pública, privada o independiente, cifra muy en línea con los promedios nacionales.
El 2016 el 85,6 % de los egresados se encontraba trabajando como empleado dependiente tanto en el área pública, privada o independiente, cifra muy en línea con los promedios nacionales.