Análisis: Sobre Movilidad y Contagios COVID-19 Comunas de Cauquenes, Curicó, Linares y Talca
Fernando Córdova-Lepe, Ledyz Cuesta Herrera y Luis Pastenes Opazo, Línea Análisis Epidemiológico, Doctorado en Modelamiento Matemático Aplicado, Universidad Católica del Maule.
En ciertas ocasiones las comparaciones suelen resultar desagradables, pero hay otras tantas en que estas pasan a ser necesarias. Desde la mirada de la salud pública, los estudios comparativos resultan ser orientadores tanto para gestores de crisis como para la comunidad en general. Lo anterior, en el entendido que el foco principal, por el cual debe velar la autoridad político-sanitaria, está en el valor mismo de la vida humana y que en la ciudadanía efectivamente existe una disposición responsable para entender las restricciones, como también las condiciones materiales para respetarlas.
En Chile, SARS-COV-2 (el virus tras la enfermedad COVID-19) formalizo su aparición en Chile en la Región del Maule. Aún es vívido el recuerdo del anuncio ministerial esa tarde de marzo en que todo cambió para tensar con miedo y dolor nuestro existir, sumando hoy una total incertidumbre respecto a cuándo podremos en algún grado, restituir o reconstruir una convivencia social sanitariamente sostenible. ¿Cómo en la región ha evolucionado el desarrollo de la pandemia y nuestra conducta desde la llegada del primer confirmado hospedero (un trabajador de la salud de San Javier, con residencia en Talca)? Una pregunta quizás demasiado amplia, sobre la cual pretendemos entregar algunas pequeñas luces, por la vía de dar forma gráfica a los registros numéricos existentes, cuya fuente son los comunicados oficiales del gobierno y otros organismos de la región (v.g., SEREMI e intendencias).
Aunque la movilidad ciudadana se ha reducido en el periodo 13/04/2020 al 27/06/2020, ha existido un cierto nivel de conexión y tránsito, entre los principales centros urbanos de la región. Hoy tenemos una sola ciudad en cuarentena, la decretada para Curicó, lo cual debería empezar a mostrar sus logros por estos días. Sin embargo, la conectividad reflejada en no despreciables cifras, sigue existiendo de forma importante con la Región Metropolitana seguida de las regiones vecinas. Además, no podemos afirmar que la expansión de COVID-19 en las comunas que albergan las capitales provinciales sean independientes entre ellas, como tampoco respecto al resto del país.
Sin normalizar los datos, ya sea por día del primer caso o por tamaño poblacional, la Figura 1 muestra el número de nuevos casos dos veces por semana en las comunas de Cauquenes, Curicó, Linares y Talca. En esta gráfica, se pueden hacer varias primeras lecturas. Curicó aún presenta una fase exponencial, ya que al 23 de junio aún no es nítido el efecto de la cuarentena. La curva epidémica para Talca, esperanzadora hacia finales de abril, no se pudo sostener o se relajó (un patrón nacional) el esfuerzo mitigador, comenzando a alcanzar las cifras de Curicó. En relación a Cauquenes, al principio fue (respecto a las cuatro comparadas) la comuna con menos casos, pero perdió tal condición hacia fines de mayo, pues cruza la curva de Linares, comuna que parece hacer las cosas mejor, sin embargo, preocupa el desempeño de los linarenses en lo que se refiere al mes de junio.
Figura 1:
En cuanto a curvas epidémicas, es necesario mencionar que en los modelos teóricos ante una movilidad y distanciamiento constante o con tendencia a la baja, la tasa de contagio debiera seguir el mismo curso, lo cual determina que las curvas de nuevos casos diarios y también la de pacientes activos sea unimodal (un solo peak), debiendo presentar la muy nombrada forma “acampanada”. Pero la realidad es otra, ya que el primer montículo y la posterior elevación que se observa en la curva correspondiente a Talca (Figura 1), probablemente es señal de dos sucesos, un aumento en la movilidad y reducción del distanciamiento o bien, un subregistro de los casos. Nuestra percepción para la región inclina la balanza a lo primero.
Ahora bien, si sincronizamos los relojes de las cuatro comunas al momento preciso en que ellas superan en número acumulado los 30 casos, el resultado que se obtiene que son curvas de casos totales que muestra la Figura 2. Es claro que la partida más tardía de Cauquenes ha sido la comparativamente no de las mejores, por lo que debe procurar no seguir la ruta que ha marcado Curicó. En cuanto a Linares y Curicó, ambas tuvieron prácticamente un respectivo mes de expansión muy comparable, tras lo cual Curicó comenzó a separarse por arriba, un hecho que necesitará futura indagación. Respecto a Talca, tras el hito epidémico que se expresa al día 18 (en espera de explicación), esta comuna superó el pulso de contagio y mantuvo una planicie por 20 días que, bien sabemos, desde la segunda quincena de mayo no logró sostener.
Figura 2:
Pensando en el comienzo de un desarrollo epidémico, si ajustamos el reloj a la llegada de los primeros casos (como en la Figura 2), es posible comparar a través de cifras absolutas los comportamientos de zonas símiles culturalmente y con densidades y urbanización semejante. Sin embargo, tras un tiempo en la fuerza de contagio empieza a influir el tamaño, tanto en número de habitantes como en extensión del territorio, ya que estos son factores que apuran o retrasan la intersección de las primeras y siguientes cadenas de contagio, es decir, la probabilidad de que un susceptible se contagie. Una primera técnica, suponiendo densidades de población similares, es presentar la información en términos relativos. En la Figura 3, se presenta la incidencia de COVID-19 (casos nuevos confirmados por día por cada 10 mil habitantes) para las comunas en cuestión, usando los totales poblacionales que provienen de las proyecciones estadísticas del INE, con base en el CENSO 2017. La Figura 3 confirma, ahora en relación a su tamaño, que las comunas de Curicó y Cauquenes, en el último tiempo, presentan un mal comportamiento, pero también que el desempeño de Linares ha decaído, igualando (levemente por abajo) el de Talca.
Figura 3:
En lo que sigue, se exploran explicaciones a lo observado, analizando cómo varía diariamente y ha cambiado a más largo plazo la movilidad en estas comunas. Usando información pública dispuesta por el “Instituto de Data Science” de la Universidad del Desarrollo, en iniciativa conjunta con Telefónica Chile y CISCO (https://datascience.udd.cl/noticias/movilidad-y-covid-19/452/), la cual utiliza una técnica de rastreo anónimo y agregado de teléfonos celulares en su paso de una antena a otra, es posible representar un índice de movilidad (interna más externa normalizada por tamaño) de las comunas en cuestión a partir del día 26/02/2020. En la Figura 4 se muestra el cambio en la movilidad inter-diaria, el cual mide la variación porcentual desde el índice de movilidad de un día para otro. El resultado es que se observa un aumento (resp. una baja) luego de pasar un día de baja (resp. alta) movilidad a un día de alta (resp. baja) movilidad. Observamos un marcado patrón semanal (el mismo antes y después de la llegada del coronavirus) al cual sincronizan las cuatro comunas. Las fluctuaciones son coincidentes en forma (no siempre en tamaño) y reflejo de la actividad semanal. Tras un domingo en que la actividad baja respecto al sábado, esta se vuelve a activar fuertemente los lunes, para luego mantenerse con leve variación a la baja los martes, estabilizándose hasta el día jueves. Ya los viernes vuelve a subir, para luego tener un sábado más quieto y un domingo más reposado aún, y así retomar el ciclo la semana siguiente. “Un patrón parejo en forma”, que estaría indicando que no ha existido mayor reorganización de las actividades durante la semana.
Figura 4:
Diferenciar entre la situación sin y con pandemia (fines de febrero y principio de marzo) necesita de otra gráfica, pues la Figura 4 es una comparación porcentual respecto al día anterior, por lo que la lectura de la cantidad de movimiento se pierde. Una posibilidad de representación es realizar un comparativo de la movilidad respecto a una fecha específica. Es el caso de la Figura 5, en que se elige como movilidad cero el día jueves 27 de febrero del 2020. Es claro que el patrón de actividad semanal ya exhibido en la Figura 4 se repite. No obstante, exhibe una clara diferencia entre el periodo “hasta el 14 de marzo (patrón de normalidad) y el que sigue”, marcada muy probablemente por la suspensión de clases en jardines infantiles, colegios y universidades. Al observar la tendencia posterior, en una banda que encierre las gráficas, se resalta que ésta va en leve, pero en persistente, crecimiento. ¿Está la población, semana a semana, perdiéndole el miedo a la epidemia?
Figura 5:
La Figura 5 también nos permite visualizar que Cauquenes, aun habiendo reducido su movilidad, es la comuna que menos lo ha hecho, mayormente entre un 10% o 30% menos que el periodo de normalidad. Curicó y Talca, respectivamente son la segunda y tercera comunas más activas respecto a su normalidad, y desde junio han ido alcanzando a Cauquenes. En contraste, Linares ha logrado mantener una reducción en un rango de 30% a 60% menos. ¿Qué razones hay en esto? ¿Son culturales, geográficas, demográficas o de gestión de crisis? Es de importancia, vale decir vital, buscar las respuestas.