Alumni de Enfermería lidera proceso para convertir a la UCM en una de las primeras universidades con un modelo de gestión curricular
Ana Jara Rojas, egresó en 2004 y asumió como reto trabajar desde el ámbito de la gestión. Alumna destacada, enamorada de la enfermería e impulsora de cambios, cuenta su historia y envía un mensaje a los Alumni de la UCM.
Motivada, exigente, buena alumna y excelente madre. Así describen a Ana Jara Rojas, ‘Anita´ para quienes la conocen. Desde octubre de 2018 es la directora de Docencia de la Universidad Católica del Maule, un cargo que asumió luego de demostrar una gestión impecable en las acreditaciones de la carrera de Enfermería, procesos que lideró desde la dirección de Escuela entre 2011 y 2017.
“Fue una generación completa de estudiantes y dos procesos de acreditación. Cuando asumí la Dirección de Escuela, esta tenía que acreditarse y acreditamos por cinco años y cuando terminé, finalizamos con un dictamen de seis años”, recordó.
Gracias a ello, dice, logró tener una panorámica general de la Escuela, esa a la que soñó volver como docente. “Cuando yo estudiaba acá en la Institución, yo decía que algún día iba a ser ´profe´ de acá, era uno de mis anhelos, pero pensé que iba a ser cuando yo terminara mi trayectoria profesional porque veía que todas las docentes tenían mucha trayectoria”, indicó.
La vida la sorprendió mucho antes. Dos años después de egresar, en 2006, un encuentro de egresados le marcó su nuevo camino. “Cuando llegué a ese encuentro de egresados a mí y a otras colegas la decana (Sara Herrera) nos preguntó: ´ ¿ustedes se vendrían? ´ Mis colegas decían ´depende del área´. Yo estaba en el área hospitalaria y el cargo era para el área comunitaria, pero dije: ¡yo me vengo!, yo soy enfermera en cualquier lado, yo soy feliz en cualquier lado”, afirmó.
Y así, dejó la jefatura de la Unidad de Medicina de Hombres en el Hospital Regional de Talca, para integrarse al cuerpo académico de la misma Escuela que la recibió como estudiante de pregrado en el año 2000.
Eso sí, Anita acepta que, cuando cursaba su enseñanza media en el Liceo Abate Molina de Talca, su primera opción profesional era otra. “Me había decidido por una carrera del área de la salud y yo estaba entre Odontología o Enfermería. Quedé 10 puntos abajo de Odontología y como no me gustaba no hacer nada o hacer preuniversitario todo un año, entré a Enfermería con un de los primeros puntajes y no me arrepiento”, sentenció.
Entró a probar suerte por un semestre, pero “Era lo mío y si tuviera que volver a elegir, elegiría Enfermería”. Sin dudarlo dice que, de la carrera, la enamoró “El rol social que cumple, el ayudar a otro, el darse por otros, el tratar de solucionar las necesidades de otras personas, eso fue la clave. No me veo en una oficina encerrada frente a un computador sin poder comunicarme con otros”, comentó.
Desde su oficina en la Dirección General de Docencia se toma un tiempo para recordar sus años universitarios y la evolución que desde entonces ha tenido la UCM. “Ha crecido mucho, partiendo por el número de estudiantes, en infraestructura, en recursos tecnológicos para la innovación educativa, en formación de su cuerpo académico. En el tiempo en el que yo estudiaba, algunas profesoras tenían magíster, ahora tenemos doctoras que son muy pocas en la región. También ha crecido en la complejidad de sus procesos, en el número de profesionales y administrativos, ahora estamos en camino a complejizarnos más porque estamos creciendo”, dijo entusiasmada.
Aunque ahora dirige otro tipo de procesos que no son clínicos, asegura que su formación universitaria en la UCM la ayudó a asumir el desafío de liderar una unidad estratégica en la Universidad. “El rol social, el trabajar en equipo, el servir a otros, es clave. En el ámbito de la gestión, uno tiene que seguir con eso, con ese espíritu de servicio porque uno piensa en el beneficio de la Institución, no lo que yo quiero o lo que me conviene porque uno sigue estando al servicio de otro y, en la Enfermería es lo mismo, uno hace lo que el paciente necesita, lo que es mejor para él”, explicó.
Desafíos
Y con ganas de servir, asumió su cargo de directora de Docencia en octubre de 2018. Al respecto afirmó que, “El mayor desafío ya lo hemos comenzado a trabajar y es contar con un modelo de gestión curricular en el que se articulen todas las unidades que participen de los procesos curriculares y académicos”, afirmó.
Focus groups con personal de diversas unidades, visitas a otras casas de estudio del Consejo de Rectores y una reestructuración organizacional de la unidad -que ahora es Dirección General-; han sido parte de la labor con la que se busca hacer más eficientes y eficaces los procesos curriculares para que ello impacte positivamente en los proyectos formativos de las carreras.
“Esperamos, durante 2020 ser una de las pocas instituciones de educación superior que cuente con un modelo de gestión curricular”, proyectó. Esa meta ya la tiene visualizada y en ello está enfocada. Así como ha asumido otros retos en su vida, este no será la excepción, ese es su sello y lo deja como mensaje para los Alumni de Enfermería.
“Ustedes están formados para ser los mejores, están formados en la mejor Escuela de Enfermería de la Región y una de las buenas Escuela del país. Por tanto, ustedes pueden, tienen que atreverse, aunque sean jóvenes, nunca digan no sé, digan que sí y que van a aprender cómo hacerlo. Sí se puede llegar a cargos de gestión siempre y cuando lo asuman con compromiso, motivación y responsabilidad”, concluyó.