Luego de culminar sus estudios en Pedagogía en Matemáticas y Computación, trabajó en diferentes establecimientos educacionales. Actualmente, forma parte del equipo coordinador del CAP Curicó, donde ayudan a los estudiantes a nivelar sus conocimientos.

Cuando hablamos de una relación de conexión entre la vocación de la Pedagogía y en especial a las matemáticas no hay dudas que hablamos de Francisca Susana Molina Farías, egresada el año 2013, que transforma lo complejo que pueden ser las matemáticas, en diversión.

Su vida ha estado ligada a esta ciencia gracias a su familia, donde sus juegos cotidianos y sin pensarlo, fueron transformándose en su vocación, tanto así, que confiesa es lo que más quiere en su vida.

Nuestra “Alumni Destacada” de la Facultad Ciencias Básicas, comparte su paso por la UCM y nos cuenta acerca de su experiencia en el mundo laboral.

– ¿Qué le motivó estudiar una Pedagogía y en especial la carrera de Pedagogía en Matemáticas y Computación?

Siempre que me hacen esa pregunta una sonrisa aparece en mi cara, elegí ser profesora de matemática y computación, porque mi familia siempre me mostró la matemática con juegos, tenía facilidad en aprenderla y me gustó transmitir esos conocimientos a los demás.

Amo enseñar, realmente me hace feliz, pienso que la pedagogía deja huellas en las personas, cuando logras que una materia que para la mayoría genera miedo o rechazo, y logras que sea cercana, a través de una visualización en el mundo o con juegos, es gratificante, además, que en cada clase compartes con tus estudiantes, sabes que aprenderás de todo lo que ellos tienen que decir, es un intercambio constante de conocimientos, valores y experiencias.

– ¿Qué recuerda por su paso de estudiante en la UCM y en especial por nuestra Facultad de Ciencias Básicas?

Recuerdo mucho el apoyo de los profesores, ellos siempre fueron muy exigentes, pero muy dispuestos a responder todas las dudas, de apoyar en nuestras dificultades, agradezco mucho la formación entregada. También recuerdo con mucho cariño a nuestra asistente de carrera (Verito), siempre muy amable y preocupada.

– ¿Cómo fue su vida laboral después de egresar de la carrera?

Con muchas oportunidades, y con excelentes recuerdos, trabajé por un año en el establecimiento que realicé la práctica profesional, también dicté clases de estadística en un instituto profesional de Curicó en jornada vespertina. Y en el 2014, comencé a trabajar en la UCM, recibí una invitación de unos profesores de la Facultad para trabajar en el programa de nivelación académica de matemática y al año siguiente, pude realizar clases en la carrera de Auditoría en primer año en Curicó. Agradezco mucho mi formación, a cada profesor de la universidad, eso ayudó mucho a afrontar cada desafío laboral.

-¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en el Centro de Apoyo al Aprendizaje UCM?

Mi experiencia en el CAP ha sido de muchos aprendizajes y muy enriquecedora, he tenido la oportunidad de participar en varios programas, comencé trabajando en el PACE en el área que acompaña a 31 establecimientos vulnerables de la región, ese programa me ayudó a conocer más de la situación de la educación actual, lo importante que es generar comunidades de colaboración entre la universidad y liceos, para mejorar constantemente el sistema educativo.

Además, ser parte del proceso de apoyar a los estudiantes que desean continuar estudios y otorgar una posibilidad a ellos y sus familias, es un programa con una gran labor social.  A lo anterior se suma mi labor como docente en el PAT, donde puedo transmitir a los estudiantes mi amor por la pedagogía y las matemáticas. Actualmente, soy parte de la coordinación del CAP Curicó, y apoyo a los estudiantes de primeros años, hacemos de la educación un derecho, con el objetivo de trabajar de acuerdo a las necesidades de los estudiantes. Sin dudas trabajar en el CAP me ha formado como profesional y siento que siempre estoy aprendiendo de mis compañeros de trabajo y de los estudiantes.